Por Gabriel Link –
Los radicales rompieron el hielo del año político, lo hicieron sugestivamente temprano y con una catarata de pedidos de informes. Mientras lo esperable era que dieran señales preguntándole al Ejecutivo “¿que necesitan que gestionemos ante Provincia?”, aparecieron con sus “caras de poker” bien bronceaditas, preguntando sin ningún empacho: “¿En que gastaron la plata de Obras Publicas tras los dos temporales?” y “¿Por qué suspendieron el Carnaval?”.
Finalmente los concejales de ECO Cambiemos salieron del largo letargo de enero, mes de todas las tormentas, que los tuvo a ellos como verdaderos hombres y mujeres invisibles, impávidos frente a una comunidad que pedía a gritos una ayuda del gobierno provincial que sigue sin llegar. Lejos de ofrecer ayuda en la adversidad la oposición se quedó en la playa y ahora aparecen, huyendo hacia adelante, y reclamando rendiciones de cuentas, en pleno trabajo de reconstrucción de la ciudad.
Evidentemente disfrutaron desde sus lugares veraniegos lo que les ocurría a los libreños que menos tienen mientras pergeñaban la campaña, ninguno de ellos llamó jamás al municipio para interesarse sobre los destrozos que causaron los temporales, o para averiguar con que podían apoyar en la atención de las familias evacuadas.
El cronista recuerda la contracara de años anteriores, cuando los concejales Hantouche y Alegre, que siendo oposición se acercaron al ex Regimiento 5 para ofrecer su ayuda al por entonces oficialismo radical, y se les impidió el ingreso porque los radicales no querían que se conocieran las vergonzantes condiciones en que tenían a esas familias, tiradas en un galpón mugriento y alimentadas con comida seca que Ricardo Colombi les mandaba desde Corrientes.
Es decir, cuando gobernaban, los radicales impedían a los concejales opositores entrar a visitar a los evacuados, hoy que son oposición pretenden que se pare el mundo y se les rinda cuenta “en tiempo real” sobre los gastos que le ocasionaron a la ciudad los temporales y los evacuados. Eso se llama Megalomanía.
Y estos megalónamos son personas horribles, que viven de la mentira y de la apariencia; de la chicana y de la trampa; del robo al Estado y de las Fackes News, inventando en portales marginales noticias falsas que ni siquiera sus propios diarios levantan, y que luego son replicadas en los programas de las radios que les responden (como rumores) y en las redes por el ejército de punteros, que actúan como trolls, pagados por el gobierno provincial.
Mediante esos mecanismos, los radicales acusan a los funcionarios actuales de los delitos que cometían ellos cuando estaban en el poder. Son de manual. Se sienten dueños del Estado, y son incapaces de creer que alguien gobierne pensando en el otro, asistiendo al que necesita, haciendo en función de lo dicho: “allí donde haya una necesidad nace un derecho”, es el mensaje de los chicos de la JP, a cargo de Acción Social desde la asunción de Ascúa; lema que se da de patadas con la principal consigna del petequismo, que cree que “allí donde haya una necesidad nace un negocio”.
La pandilla de Espinoza y Collinet comenzó a jugar para la tribuna, ellos saben por experiencia propia que gobernar en crisis no es sencillo, y que no tendría mucho sentido que el Gobierno se paralice en plena emergencia hídrica para responderles informes que no tienen fundamento alguno en términos de urgencia.
A una jugada política se responde de manera política, y el intendente tiene todas las herramientas para hacerlo, aunque Ascúa se inclinaría por responder a todos los requerimientos y demostrar la transparencia que la UCR jamás mostró en el gobierno municipal. Esto es apenas la previa de lo que será la campaña electoral, que ya está en marcha y promete ser muy sucia, como todo lo que propone el petequismo desde el día uno de su primera campaña.
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