De la Redacción de Contrapoder –
A instancias del Poder Ejecutivo, el Senado de Brasil aprobó ayer en comisiones el tratamiento de un proyecto que prohíbe el aborto en todas las causales. La norma es impulsada por el presidente fascista y el poder de la Iglesia Universal que lo apoyan. Jair Bolsonaro intenta así obstaculizar el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo. Ayer, la influyente periodista de “O Estado de Sao Paulo”, Eliane Cantanhêde, corroboró que el presidente tiene cáncer.
La iniciativa, que ya tiene casi cuatro años había sido elaborada en 2015 por un pastor evangélico, el senador Magno Malta, y fue reflotada por el bolsonarismo. El proyecto debe ser debatido por la Cámara Alta en las próximas semanas, pues es una Propuesta de Enmienda a la Constitución (PEC), y elimina la posibilidad existente de interrumpir voluntariamente el embarazo dentro de las 12 primeras semanas cuando la mujer es víctima de violencia sexual, si hay riesgo de vida de la madre o si el bebé no tiene cerebro.
Bolsonaro ya había dejado en claro cuál es su posición respecto al tema, antes y después de la campaña electoral. el mandatario firmó en octubre un acuerdo con la Iglesia católica “en defensa de la familia, en defensa de la inocencia de los niños en las escuelas y en contra del aborto y la legalización de las drogas”.
Su polémica ministra de Mujer, Familia y Derechos Humanos, la pastora Damares Alves, también comparte las mismas creencias en contra de los derechos de las mujeres. Justamente, Alves trabajó como asesora hasta fines de 2018 de Magno Malta, el escritor del proyecto.
Por su parte también se conoció ayer a través de la influyente periodista Eliane Cantanhede, que el presidente Jair Bolsonaro iba a “tomar la última dosis de quimioterapia” antes de dejar el Hospital Israelita Albert Einstein de San Pablo. El mandatario abandonó cerca del mediodía ese centro médico paulistano donde fue sometido a una cirugía el lunes 28 de enero. La intervención se prolongó por siete horas, cuatro más de lo previsto.
Ayer al mediodía, el vocero presidencial, general Otavio Rego Barros, dijo que tenía una “buena noticia” para dar, se refería al alta recibida por Bolsonaro, a la vez que desmintió lo que llamó “fake news” sobre la posibilidad de que el presidente tuviera cáncer.
Sin embargo el diario Folha de Sao Paulo publicó que las versiones oficiales posiblemente no se ajustaban a la realidad, y hasta la prensa más conservadora descree acerca de la información que proviene de Planalto. La noticia no recibe un tratamiento central en los medios más poderosos, aunque a pesar del cerco mediático, la información dada por Cantanhede, que supo ser jefa de redacción de Folha y también trabajó en la Globo, repercutió fuertemente tanto en redes como en los medios alternativos.
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