De la Redacción de Contrapoder –
La Cámara Federal de Casación Penal ordenó hoy que sean sometidas a juicio oral en el fuero federal las dos escribanas procesadas por confeccionar las escrituras de los dos costosísimos inmuebles que el ex gobernador Ricardo Colombi “recibió de regalo” de parte de un empleado de Pami, Marcelo Laslo.
La Sala 4 de la Cámara Federal de Casación Penal, con la firma del juez Juan Carlos Gemigniani, determinó ayer que las escribanas Gladys Dionisia Báez y Roxana Edith Cabral sean sometidas a juicio en el Tribunal Oral Federal de Corrientes, que se había declarado incompetente.
Luego de que el tribunal federal de Corrientes se quitara de encima el expediente, indicando que la causa era resorte de la Justicia Provincial, el fiscal Carlos Schaefer apeló la medida, que comprende una denuncia radicada en el juzgado federal de Paso de los Libres, en el año 2009, por el periodista Hernán González Moreno. Causa que, de hecho, le costó la vida al periodista, quien apareció “suicidado” días antes de la elección que repuso en el cargo a Colombi, tras dejar en el camino de manera fraudulenta al justicialista Fabián Ríos en primera vuelta, y luego vencer en el balotaje a su primo Arturo.
La acusación es por evasión tributaria del entonces diputado nacional y ex gobernador Ricardo Colombi.
Según el fallo emitido hoy en los tribunales de Comodoro Py, se trata de abrir un debate por “la presunta participación que les cupo a las escribanas en las operaciones de escrituración de dos inmuebles cuya adquisición se atribuye a Horacio Ricardo Colombi, ex gobernador de la provincia de Corrientes y diputado nacional al momento de los hechos, falseando datos para que tales bienes no figuraran en el patrimonio del nombrado, disimulando así su incremento”.
Las imputadas fueron indagadas, procesadas y elevadas a juicio, por haber certificado las firmas de las partes en un contrato de seña “indicando como fecha cierta del acto el 31 de noviembre de 2006, fecha inexistente en el calendario”, señaló la resolución.
A Báez se “le atribuyó el hecho de haber insertado datos falsos en las escrituras” de la compra venta de dos casas por parte del empleado del Pami Corrientes, Marcelo Laslo y su esposa, una funcionaria del Tribunal de Cuentas de la Provincia, quienes luego, con la misma escribana, autorizaron la cesión de derechos y acciones hereditarias de ambos inmuebles a favor de Colombi.
Entre otros fundamentos, el juez Gemignani indicó que “si se toma en cuenta que la causa se formó en el año 2009 y que hasta su elevación a juicio estuvo radicada en un juzgado con competencia federal, la solución más aconsejable, a fin de no dilatar más el trámite de una ya muy demorada causa, es que las presentes actuaciones continúen radicadas en el Tribunal Oral Federal interviniente”.
Lo cierto es que años atrás el “regalón” Marcelo Laslo y su esposa fueron insólitamente sobreseídos por el hoy procesado juez federal Carlos Vicente Soto Dávila, quien instruyó la causa subrogando el juzgado de nuestra ciudad, y que ni siquiera procesó al verdadero motor del delito, su amigo Ricardo Colombi. Los chivos expiatorios son las escribanas, que terminarán pagando por un delito cometido por el hoy presidente de la Unión Cívica Radical de Corrientes.
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