Por Gabriel Link –
Lunes 25 de marzo, caramba, con lo de ayer… un día del carajo para empezar esta temporada… Y justo para mí, que le vengo disparando a la interna del PJ, y no porque no me gusten las internas, sino porque no entiendo como puede ser que el peronismo libreño sea tan idiota y autodestructivo. Hasta la marcha del 24 de marzo utilizaron los peronistas y sus aliados para pelearse… Mamita!
Tenía empezados tres editoriales tentativos para arrancar esta temporada, dos con temas nacionales y uno sobre la política provincial. Pero… “pasaron cosas”, dijo el Gato.
Ayer fui contento a la marcha del 24, no iban a participar ex represores, no iba a haber un intendente reaccionario al frente de la marcha, no hubo quejas por parte de la asociación por roturas o atentados contra la muestra en la municipalidad, se empieza a hablar de una interesante unidad en la provincia y eso debería trasladarse a Libres… En fin, iba con buena predisposición para una marcha alegre, en la que estuvieran todos los que debían estar, como debe ser. Pero ya al llegar sentí que pasaba algo raro, había muy poca gente, al ratito llegó la columna radical, y vi que eran muchos, y los nuestros eran realmente pocos.
Alguno dirá “Gabriel, la grieta…”, y si, la grieta, les aviso que este año vamos a exacerbar la grieta más que nunca, hasta donde dé.
Volviendo al tema y para que se entienda, no había más radicales que gente decente, no; había más gente decente que radicales, pero sí había muchos más radicales que peronistas, y casi no había aliados.
Hace tiempo que miro al correo con cariño, cada vez que paso se me antoja un cartel luminoso con la cara de Walter Fontana, y con una inscripción que dice “desafiliese aquí”, y más aún cuando voy a buscar una encomienda. Todo el tiempo pienso en mandar el telegrama. Y no lo hago con la esperanza de que el intendente se ponga los pantalones y haga uso de la mayoría que tiene en la Junta Departamental. Creo que voy a poner un límite, si Ascúa no se hace cargo del PJ antes de las elecciones me voy a desafiliar, porque me da mucha vergüenza formar parte de un partido tan inservible para la sociedad. Para eso están los radicales y sus satélites.
Que ninguna autoridad del partido al que estoy afiliado haya estado ayer en la marcha, ni el presidente, ni el vice, ni el secretario general, ni el diputado peronista, la puta… que vergüenza…
Como decía anoche Anahí Lindstrom, ayer se recordaba un golpe de Estado a un gobierno peronista, perpetrado por una banda que persiguió, torturó, asesinó y desapareció a peronistas; y los tipos no fueron porque no está resuelta la interna peronista… son unos dementes… de verdad… me da mucha vergüenza. Son muy estúpidos.
¿Qué tiene que ver la interna con la militancia?, de última hubieran armado una contramarcha, como hicieron los troskos en Buenos Aires, ¿viste que los troskos siempre están en contra de todo?, bueno ayer marcharon solos porque ellos no comparten espacios con nadie, no sea cosa que algún día les toque gobernar y tengan que abandonar su razón de ser, que es decir pelotudeces contra el imperio en la tele…
Cuando íbamos para la marcha Lautaro me preguntó por qué tenía que ir él… Y yo le expliqué que era el día de la memoria, y que es muy importante que vayan las generaciones más chicas para que esa memoria colectiva se mantenga encendida para siempre, recordar el genocidio, recordar la persecución al peronismo…
Y cuando llegamos, resulta que el peronismo no estaba, creo que si se lo hubiera hecho notar se hubiese cagado mucho de risa, de mí y de mi perorata.
Un párrafo aparte para Unidad Ciudadana. Anoche, al llegar a casa hablé con Ana Almirón para preguntarle por qué no había estado la agrupación en la marcha, y ella no tenía idea de que “su” agrupación no había ido a la marcha del 24 de marzo, que no habían estado sus banderas, que no habían estado sus principales referentes locales… y, le comenté que lo que se rumoreaba era que el faltazo de Unidad Ciudadana fue por “indicación” o “sugerencia” del diputado Yardín. No voy a decir por “orden” de Yardín porque no creo que algún integrante de Unidad Ciudadana responda a órdenes del Loro. Supongo que el Loro, que sigue enceguecido en su pelea contra Ascúa se valió de su experiencia política y de alguna artimaña para convencerlos de que no era conveniente que fueran.
O sea… la derecha peronista y la izquierda peronista, curiosamente cerraron filas para hacerle el vacío a un gobierno peronista, solo porque el intendente no abre el organigrama. Tomá Juan! Mirá que lindo, mirá que kirchneristas que somos…
Es decir, los tipos que perdieron todas elecciones contra el radicalismo durante veinte años le siguen queriendo abrir la tranquera a patadas al único que les ganó a los radicales.
Esos mismos que fracasaron una y otra vez en las urnas le quieren enseñar a gobernar al tipo al que ellos mismos le negaron el apoyo para ser candidato a intendente en febrero de 2017, e hicieron todo lo posible para que perdiera, hasta el último día, hasta el día del cierre de listas intentaron perjudicarlo.
El pobre Beto Hantouche, que trató hasta el final de bajarse e ir de vice de Ascúa fue candidato a intendente amenazado por su propio partido, a Beto le dijeron que si se bajaba le sacaban el sello; porque Camau y el peronismo de Libres no querían que ganara Ascúa, y creyeron que la división garantizaba el triunfo de los radicales.
Y curiosamente esos mismos, ahora están enojados porque Ascúa no los reconoce… y ahora se le quieren meter en el gabinete. Se le quieren meter en la lista de concejales… Quieren que Ascúa los impulse para ser diputados… Nooo… si son un caso de escopeta, diría mi vieja.
Me pregunto todo el tiempo:
- Si los que perdieron todas las elecciones durante dos décadas son taann imprescindibles para gobernar y para legislar, ¿Por qué perdieron todas las elecciones antes de la llegada de Ascúa?
- Si Ascúa es tan inútil, ¿para qué insisten con integrar su gobierno?
- Si ellos son tanto más lúcidos política y electoralmente que Ascúa, ¿por qué insisten en integrar su lista de concejales?; ¿por qué mejor no se arman un espacio y compiten por las suyas, y le demuestran al tonto lo vivos que son ellos?
Porque los enojos se deben a eso, a que “Tincho no escucha”; “Tincho no abre el gabinete”; “Tincho no va a abrir la lista”. Y por eso no fueron ayer a la marcha de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Por eso no fueron ayer a homenajear a los 30.000. Por eso no fueron ayer a mostrarles a los radicales que juntos somos más y mejores que ellos.
Ahora… fuera de joda, ¿en serio son tan estúpidos que no fueron a la marcha del 24 de marzo porque creyeron que de esa manera debilitaban al intendente? Ayer no se marchaba por los que estaban ahí muchachos, se marchaba por los que ya no están.
Una vez más el peronismo libreño marchando al ritmo de su falta de convicciones. Y una vez más el radicalismo gana la disputa sin pelear, lo único que tuvieron que hacer fue ir y copar la parada. De que ellos volvieran a ganar la calle se encargó el propio peronismo poniendo sus miserias por delante de los 30.000.
Insisto, da mucha vergüenza ver a Mónica Pedascoll, a Susana Espinoza, a Willy Collinet y al Chelo Sincovez con trapos blancos y rojos ganarle la calle al peronismo un 24 de marzo. Mucha vergüenza. Hasta se dieron el lujo de cerrar ellos el acto reivindicando el juicio limitado a las Juntas que hicieron ellos, y gritando “Viva Alfonsín”; sin que apareciera un peronista con pelotas o con ovarios y que subiera a reivindicar los cientos de juicios de lesa humanidad que se impulsaron desde el Gobierno a partir de 2003, alguien con pelotas o con ovarios que cerrara gritando “Viva Néstor y Cristina”.
Caramba, cuanta vergüenza me dio todo eso. Ni siquiera me dio la cara para explicarle a Lautaro por qué estaba tan indignado cuando volvíamos a casa.
Hoy les contaba que anoche hablé con la senadora Ana Almirón, y no creo cometer una infidelidad, o una falta al off the record, si cuento algo que me dijo al final de la charla, que fue por chat, me dijo: “Estas fechas para mí son clave para nuestro proyecto. Le doy más bola a estar en una movilizacion del 24, que a otras cosas, porque fue bandera de nuestro proyecto”, eso me dijo Ana anoche.
“Fue – bandera – de nuestro – proyecto”
“Es” bandera de nuestro proyecto, me animo a corregir, los derechos humanos “son” bandera de nuestro proyecto, y si perdemos de vista eso significará que por la mezquindad de una internita local habremos perdido de vista el proyecto; y entonces nos dará lo mismo Cristina, o Axel, o el Chivo Rossi; que Lavagna, o Pichetto, o Sergio Massa.
Empecé éste editorial diciendo que le vengo disparando a la interna peronista, y es porque tengo bien claro quién es el enemigo; el enemigo no puede ser Ascúa, como tampoco puede serlo Yardín, ni Almirón, ni nadie que esté en contra de Macri.
El enemigo es Macri, pero también lo es ese al que ayer le volvimos a regalar la calle por diferencias chiquitas, aquí se llama ECO-Cambiemos, aquí se llama Wilfredo Collinet o Susana Espinoza, el enemigo es el que llamó a “aniquilar” a la JP, ayer era el día de la memoria, tengamos memoria carajo; y es el mismo al que ayer le dimos el micrófono para que cierre el acto, ¿alguien se imagina a Peteco cediéndole el micrófono a un peronista para que cierre un acto político de la dimensión del 24 de marzo?.
Y debemos tener en claro que “el enemigo” son ellos y que nosotros somos “su” enemigo, porque el proyecto nacional (el nuestro y el de ellos) se construye distrito por distrito, se construye en cada provincia, en cada ciudad, en cada pueblito. Ellos lo tienen bien claro, nosotros… está claro que no!
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