La izquierda española celebra, el Partido Socialista (PSOE) de Pedro Sánchez ganó las elecciones generales al obtener el 29% de los votos, aunque, como estaba previsto necesitará tejer alianzas para gobernar. La irrupción de los fascistas de Vox no alcanzó para que la coalición de derecha le dispute el poder a las izquierdas ante el desplome del Partido Popular (PP) del destituido Mariano Rajoy, que apenas alcanzó un magro 16,7%.
Los liberales de Ciudadanos se situaron en el tercer lugar con 15% de los votos y 57 escaños, seguidos por Unidas Podemos, con 14 % de los votos y 42 lugares. En quito lugar se colocó Vox, que con 10% de los votos y 24 diputados se convierte en el primer partido de ultraderecha en acceder en el Congreso español en casi 40 años.
Con estos resultados, el PSOE deberá sellar acuerdos con Podemos, de Pablo Iglesias y otros partidos minoritarios, para formar gobierno. Los apoyos obtenidos por ambas fuerzas de izquierda les otorgan 123 y 42 escaños respectivamente en el Congreso español. Una suma de 165 que deja a la izquierda a un paso de conseguir la mayoría parlamentaria de 176 escaños necesaria para formar gobierno. Aún debaten si tendrán que pactar con los independentistas catalanes, que, hasta ahora obtienen 15 escaños.
Por su parte, el frente de derecha formado por el PP, Ciudadanos y Vox sumó 148 diputados, con lo que se quedó lejos de alcanzar la mayoría absoluta situada en las 176 bancas. Los progresistas, PSOE y Unidos Podemos, los superan con 165 escaños.
Los españoles votaron con una participación casi récord en las elecciones más disputadas y polarizadas del país, convulsionado en los últimos años por el conflicto secesionista de Cataluña.
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