De la Redacción de Contrapoder –
Que en la izquierda argentina se produzca una interna no es, no fue, y no será jamás una novedad, aunque el motivo principal de la fractura del PO, una de las fuerzas trotskistas más representativas, parece un chiste, la consigna de campaña. Con acusaciones y denuncias cruzadas, el Partido Obrero dejó ver en las últimas horas un conflicto que ya lleva meses. Por un lado pujan el fundador de la fuerza, Jorge Altamira y Marcelo Ramal; y por el otro los actuales responsables formales del partido Néstor Pitrola, Romina Del Plá y Gabriel Solano.
El Comité Nacional del PO acusó a la línea interna liderada por Altamira de desobedecer resoluciones partidarias y provocar la ruptura final con la decisión de sostener la consigna “Fuera Macri” como eje de campaña para las elecciones presidenciales del 27 de octubre
Insólitamente la conducción considera que que seguir esa consigna favorece la estrategia electoral del peronismo-kirchnerismo, y advirtió que los dirigentes que defendieron esa posición operaron con “acción intrigante” frente las resoluciones partidarias.
Altamira defendió su postura de cara a las próximas elecciones, después de haber sido criticado por querer hacer campaña con la consigna “fuera Macri”, con el argumento de que eso favorecería al Frente de Todos: “Es absurdo que digan que apoyamos a la fórmula Fernández- Fernández . Los que escriben eso aprendieron de mí la crítica al kirchnerismo”, dijo Altamira, y aclaró que “la posición nuestra acerca de la necesidad de votar al Frente de Izquierda y a sus aliados en estas elecciones es inconfundible y absoluta”.
Sin embargo, el Comité Nacional partidario advirtió que ambos dirigentes no fueron separados de la fuerza. “Ellos decidieron irse”, apuntaron. “Denunciamos que la invocación al programa del Partido Obrero y la CRCI que realiza el grupo de Altamira es una coartada para justificar su política rupturista”, afirmó el Comité Central del PO en un comunicado.
La “fracción pública” que ese sector proclamó “violenta del modo más elemental la unidad de acción de una organización revolucionaria”, sentenció la cúpula del PO, agregando que “detrás se esconde la decisión de fundar una nueva organización basada en principios caprichosos y facciosos, que responde al personalismo -hoy abiertamente negativo y liquidacionista- de Altamira”.
Altamira y Ramal rechazaron que tengan la intención de formar su propia organización, y atribuyeron la crisis interna que ya acumula varios meses a que quieren expulsarlos por “hacer públicas posiciones contrarias a la conducción”.
Este lunes, Ramal afirmó que ni Altamira ni él romperán con el partido, e insistió en que permanecen “excluidos” por un mecanismo de “censura” derivado de mantener posiciones contrarias a la conducción. “No nos fuimos, ni queremos irnos a otro partido”, puntualizó el ex legislador.
“Sí hay un debate interno porque tenemos posiciones contrarias, de políticas y métodos, que son rechazados por la dirección del partido. Lo que quieren es una expulsión encubierta que rechazamos desde todo punto de vista”, agregó Ramal.
A través de un documento titulado “Paremos el intento de liquidar al Partido Obrero”, la fracción de Jorge Altamira integrada por más de 700 militantes denunció este fin de semana por “proscripción”, “censura” y “espionaje” a la nueva conducción, que a su vez acusó al sector del histórico dirigente y ex candidato presidencial de “romper” con la agrupación de izquierda.
En el escrito, el grupo de Altamira exige mantener un espacio de disidencia “pública” y apuntó al comité central del Partido Obrero por “excluirlos” del uso de los recursos de la organización para la campaña electoral, así como de formar parte de espacios de debate y de decisión interna.
Allí, se enumeran también una serie de incidentes que van desde el cambio de candados en los locales, expulsiones y sanciones a militantes, sustracción de computadoras, materiales, objetos de valor y hasta quite de la administración de páginas de Facebook de las regionales del partido. En los párrafos más revulsivos del intercambio se habla de “fisgoneo”, utilización de medios “represivos”, “intrigas”, el cobro y el manejo personal de las “rentas políticas” y desvío de cotizaciones para financiar actividades.
“Nos atribuyen la supuesta decisión de apartarnos del partido para no hacerse cargo de una expulsión que, sin embargo, intentarán poner en marcha. En forma deliberada, la dirección escamotea los resultados de una crisis que es resultado de su propia deriva política, blindada con métodos de patota, ataques personales, descalificaciones y espionaje”, sostiene el comunicado.
RSS