De la Redacción de Contrapoder –
Este martes Paso de los Libres tendrá la responsabilidad de recibir a quienes a partir del 10 de diciembre se convertirán en los responsables del ministerio de Desarrollo Social, encabezados por el próximo ministro, el diputado Daniel Arroyo. Los intendentes bonaerenses, “Juanchi” Zabaleta de Hurlingham, y Gabriel Katopodis de San Martín (ambos suenan para formar parte del gabinete de Fernández), serán parte de la comitiva que acompañará a Arroyo, y la reunión contará con la participación de intendentes, concejales y legisladores nacionales y provinciales.
En diálogo con Contrapoder, el intendente Martín Tincho Ascúa explicó que gestionó este encuentro para que “desde el día uno del gobierno de Alberto comience a aplicarse en nuestra ciudad, en los últimos meses pasamos de 100 a 130 comedores, y no solo eso, también aumentan las personas que van a comer a cada uno de esos comedores, y eso no solamente me preocupa mucho, sino que me duele, como supongo que le dolerá a cada intendente del país, porque todos estamos pasando por lo mismo”.
El lanzamiento del programa será este martes 19 de noviembre a las 10 de la mañana, en el predio de la Sociedad Rural de Paso de los Libres, y contará con la presencia del futuro ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, quien es el motor de este programa.
“La invitación es abierta a toda la comunidad a que participe de esta reunión y también a referentes de organizaciones intermedias, sindicatos, partidos políticos y las diferentes instituciones religiosas”, subrayó Ascúa en su visita a los estudios de FM Sur.
“Tenemos a la mitad de los correntinos por debajo de la línea de pobreza, por lo que la realización de este encuentro en Paso de los Libres y la puesta en marcha del programa, que será el 10 de diciembre, es muy importante por las profundas necesidades de los correntinos”, dijo Ascúa. “Este programa de soberanía alimentaria es necesario para evitar otro 2001, porque Macri duplicó el hambre en Argentina, y sobre todo en todo el NEA, que es el lugar que nos ocupa”, agregó, explicando además que “en el lanzamiento de este martes estaremos acompañados por la Universidad Nacional del Nordeste y la Universidad de la Cuenca del Plata, que son las instituciones que nos ayudan a coordinar la reunión”.
La tarjeta que prepara el gobierno de Alberto Fernández para el programa Argentina contra el Hambre va a permitir comprar todo tipo de alimentos, con una cobertura cercana a los dos millones de personas. El plan va a empezar con madres de chicos menores de seis años y con los que organizan los comedores.
“Hoy hay 8 millones de personas que reciben asistencia alimentaria de distinto tipo en comedores, merenderos, iglesias, de los cuales el 20 por ciento madres con chicos menores de 6 años y es ahí donde vamos a arrancar”, señaló hoy Daniel Arroyo al diario capitalino Página/12. “La tarjeta dependerá de un banco público, aunque no permitirá extraer dinero sino sólo adquirir insumos”, apuntó.
“La idea es acceder a la canasta básica y también apuntar a un esquema en torno a la producción de alimentos”. Este último punto es especialmente esperado por los pequeños productores, que producen verduras a través de la agricultura familiar y alimentos de la canasta básica elaborados por cooperativas, y que muchas veces no encuentran canales de venta, pues las grandes cadenas de supermercados o bien los ignoran o directamente los explotan, fijándoles precios que ni siquiera cubren los costos de producción.
“Para acceder a una canasta básica de alimentos, un nivel consumo que marca la línea de la indigencia, un hogar tipo necesita hoy ingresos por 13.913 pesos mensuales, y todos tienen que alcanzar la canasta básica”, señaló Arroyo. Además indicó que “vamos a hacer una política de seguimiento nutricional”. “Que no haya hambre en Argentina no puede ser un debate. Es una regla, afirmó.
El plan contra el hambre tiene previstos varios ejes de acción. Entre los puntos principales figuran el acceso a la canasta básica de alimentos, otorgándole a los Precios Cuidados un estatus de ley. También prevé la creación de un lista de productos saludables que se pactará con productores locales para distribuir a precios accesibles lácteos, carnes, verduras y frutas.
En el Congreso está en tratamietno un proyecto de ley de Góndolas, para garantizar que ningún fabricante de alimentos pueda acaparar más del 30 por ciento de la oferta de un producto, de manera de que las grandes productoras de alimentos no cartelicen los precios y que quienes producen productos de menor precio puedan también ser parte de la oferta en términos equitativos.
Se establecerá también un Programa Nacional de Seguridad Alimentaria que incluirá que el Estado adquiera productos frescos a sectores de la economía social, de la agricultura familiar y a las micro y pequeña empresas, con el doble propósito de que los consumidores puedan acceder a alimentos a buen precio y a la vez generar trabajo garantizando ingresos para estos sectores que suelen quedar al margen de las cadenas de comercialización.
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