De la Redacción de Contrapoder –
Al respecto, aclaró que “es muy importante que también se atienda la situación de aquellos contribuyentes que fueron injustificadamente expulsados del monotributo por la AFIP en los últimos años”. De acuerdo con Fraga, se trata de contribuyentes a los que el organismo “con un inexplicable ensañamiento los arrojó a un abismo y les están reclamando deudas ficticias e impagables”.
El proyecto de moratoria contempla una reducción a la mitad la tasa de interés que cobra actualmente la AFIP. Los contribuyentes que califican como pymes pagan una tasa de 2,5% mensual. La moratoria tendrá un plazo de gracia de 6 meses, aunque durante ese período regirán intereses.
El tributarista César Litvin opinó que la iniciativa es “la parte buena del paquete” fiscal y recordó que ya desde hace tiempo plantea que es necesaria una de ese tipo antes que un plan de pagos, en tanto coincidió en que se debería extender al resto de los contribuyentes.
Vicente Lourenzo, asesor de pequeñas y medianas empresas, coincidió con la idea en que tiene que ser más amplia. “Yo entiendo que cuando se habla de ‘pymes’ se incluye a monotributistas y autónomos”. Lourenzo señaló que la manera que tendrá el Gobierno para identificar a los contribuyentes es recurrir al Registro Pyme de la Secretaría de Industria o al listado que maneja la AFIP de empresas que califican dentro de ese universo.
El tributarista Sebastián Domínguez consideró que “los monotributistas y autónomos van a poder encuadrar como pymes”, aunque no estén inscriptos en el registro que administra la Secretaría de Industria. Como no todos los contribuyentes que podrían encuadrar figuran en el mismo, la AFIP confeccionó uno propio que tiene por objetivo solamente identificarlos por tamaño.
Ezequiel Passarelli, dijo por su parte que “las exclusiones del monotributo son uno de los peores males que tiene nuestro sistema tributario porque literalmente son impagables para el ex monotributista”.
Fuente Ámbito Financiero
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