Por Gabriel Link –
Siempre se dijo por lo bajo que el 10 de diciembre, al cesar su mandato como concejal, pasaría al Gabinete de Martín Ascúa, sin embargo, las últimas semanas de diciembre “lo colocaban” en la dirección de LT12, cargo para el cual aparecía como el único con amplio consenso entre el personal más antiguo. Por eso sorprendió a muchos el nombramiento en una dirección que no solo fue creada para él, sino que parece hecha a su medida, “Políticas Parlamentarias”.
Muy respetado entre sus pares, y también en entre las autoridades del Ejecutivo, Roberto Hantouche fue el jugador más experimentado que tuvo Ascúa en el legislativo desde su llegada al poder. Con la experiencia de haber presidido el Concejo (fue el único presidente desde el regreso de la democrácia que “devolvió” dinero a la Tesorería al término de su mandato), conoce la Carta orgánica y el Reglamento del Concejo Deliberante como nadie.
A pesar de que había sido su contrincante en la elección de 2017, desde el día 1 Beto se puso a disposición del intendente peronista y el tiempo se encargó de construir confianza entre ambos.
Hoy Hantouche se posiciona como una pieza clave en un bloque en el que las cosas no están ni claras ni ordenadas tras el polémico “cruce del Rubicón” realizado por la impensada presidenta del cuerpo, Pamela Fernández, quien llegó a la política con los votos del peronismo y al máximo estrado parlamentario mediante un ardid urdido por la UCR. En ese contexto se dio la charla con Contrapoder:
–¿Esperabas el llamado de Tincho o hubieras preferido ir un cargo nacional?
Beto Hantouche: Si, lo esperaba, y cuando recibí ese llamado no dude en aceptar, claro que también soy hombre de radio y es verdad que pidieron mi nombre entre otros para LT12, pero tenemos que priorizar el proyecto colectivo eso es lo importante, y tengo claro que debo estar dónde Ascúa así lo requiera, con generosidad y desinterés.-
–¿Cómo te imaginás los próximos dos años, más ocupado en cuidarle las espaldas al intendente de las “fechorías” a las que ya nos acostumbraron los radicales o en pacificar un bloque del FT que, a priori, no aparece como muy homogéneo?
BH: Mi trabajo consiste en eso asesorar al ejecutivo en la cuestión parlamentaria, cuidarlo, y trabajar junto al bloque.-
–¿Y las fechorías de los radicales?
BH: Jaja… Tengo muy buena relación con ellos, cumplen el rol de opositores y los entiendo, antes nos tocaba a nosotros conformar la oposición, hoy se invirtieron los roles, y si somos inteligentes y pensamos en la ciudad nada puede resultar imposible de negociar.-
–¿Sentís que podés ser la prenda de paz para zanjar las diferencias en el oficialismo?
BH: Si hay diferencias en el oficialismo sin ninguna duda que voy a trabajar para resolver el motivo por el cual se esta dando dicha situación, igualmente creo que con el correr de los meses todo se va a volver más armónico en el bloque.-
–De cara al 1° de abril la tarea más importante pareciera ser la votación de las autoridades de las comisiones parlamentarias. Esa podría ser la bisagra que definiría la situación política de la presidenta del cuerpo tras la traición del 10 de diciembre, ¿crees que esas negociaciones te van a tener como protagonista o serán más personales entre el intendente y Pamela Fernández?
BH: No lo se, no tengo dudas que se van a resolver los problemas, ambos son personas razonables, si cuadra participaré de las charlas, pero dado como se desarrolló el problema se me ocurre que esas “negociaciones” que mencionás van a ser más personales entre Pamela y el Intendente, aunque intuyo que más que negociaciones todo se va a resolver en una charla de compañeros.
–Además de la relación interbloque oficialista te toca también “arbitrar” de alguna manera la relación de la oposición con el Ejecutivo, que en los primeros dos años no fue para nada fácil, y de cara a la elección del año 21 todo indica que se va a complicar más porque la UCR pretende recuperar el municipio y todos sabemos que no son muy éticos en sus peleas, ¿qué te preocupa más?
BH: Sin ninguna duda en estos próximos dos años veremos una oposición mas dura y de hecho la tarea legislativa oficialista deberá ser más solida y mejor preparada, eso es lo más importante.- Me preocupa si el legislativo se usa como una herramienta de campaña solamente para tratar de recuperar el municipio, dejando de lado la solución de los problemas que afectan a todos los Libreños. Ser opositor no es mala palabra cuando su trabajo es en pos de corregir y o mejorar las políticas aplicadas.-
-¿Cuáles son tus planes políticos para dentro de dos años, insistir con una candidatura a intendente, volver al concejo, o continuar como un engranaje del Ejecutivo, en caso de que Ascúa reelija?
BH: Acompañarlo a Tincho donde él lo requiera.-
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