De la Redacción de Contrapoder –
En lo que fue una de las últimas actividades oficiales del Presidente antes de partir hacia Israel, Alberto Fernández almorzó ayer en la Casa Rosada con Hebe de Bonafini, el encuentro fue a solas en el despacho presidencial y duró alrededor de dos horas. Hebe se retiró sin hacer declaraciones. El jueves pasado, la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, había difundido un comunicado titulado “Hablemos claro”, en el que le pedía al Presidente que decida “de qué lado está: si con el Poder Judicial, mayoritariamente corrupto, o con los presos políticos. Es sencillo, sólo eso le pido”.
Ese comunicado fue el producto de una reunión que Fernández mantuvo la semana anterior con las Madres Línea Fundadora, Abuelas y representantes de casi todos los organismos de DDHH, también en Casa de Gobierno. Allí, le pidieron al Presidente por los presos políticos.
Fernández dijo ese día que en su gobierno no hay presos políticos, sino personas detenidas “por causas políticas de un sistema judicial que se puso al servicio del poder político de turno y así perseguir y encarcelar a opositores” y anunció que enviará al Congreso el proyecto de reforma del Poder Judicial. Bonafini no está de acuerdo con la definición “detenciones arbitrarias” y le pidió al Presidente que se definiera al respecto.
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