De la Redacción de Contrapoder –
Se confirmó este martes que la fiscal Verónica Zamboni, a cargo de la investigación del asesinato de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell imputó a Máximo Thomsen, de 20 años, y Ciro Pertossi, de 19, como coautores del homicidio “agravado por el concurso premeditado de dos o más personas”, y a los otros nueve rugbiers como partícipes necesarios del hecho. El delito del que acusa a Thomsen y Pertossi prevé una pena de prisión perpetua.
Los diez jóvenes jugadores de rugby del club Náutico Arsenal Zárate permanecen alojados en dependencias policiales, cinco en la Comisaría 2° de Villa Gesell y otros cinco en la 1° de Pinamar, aunque la situación cambiará en poco tiempo, ya que la Justicia de Garantías pidió su traslado a una unidad carcelaria.
Entre miércoles y viernes se realizará la rueda de reconocimiento solicitada por la fiscal Zamboni, para determinar quiénes participaron del ataque contra Báez Sosa.
Por su parte Pablo Ventura, el joven conocido como el “n° 11”, que había sido detenido en Zárate, logró por la noche su libertad, tras permanecer detenido tres días en la DDI de Gesell. Finalmente su defensa logró establecer mediante el estudio de su teléfono, varios testigos y un video de una cámara de seguridad de un restaurante de Zárate, que no estaba en la ciudad balnearia cuando asesinaron a Baez Sosa.
Ventura ni siquiera es amigo del resto de los detenidos, de hecho la relación es más bien tirante por una disputa entre clubes, el joven liberado anoche ni siquiera practica el mismo deporte, es remero, y concurre a un club cercano al de los rugbiers, y habría sido incriminado justamente por la enemistad con el grupo que asesinó al joven paraguayo.
Sin embargo, a pesar de haber aportado un video que lo mostraba junto a sus padres a las 10 de la noche del viernes en un restaurante de Zárate, había algo que lo incriminaba, un auto muy similar al de su familia había sido registrado por las cámaras de seguridad viajando de Villa Gesell a Zárate horas después del crimen de Fernando Báez Sosa.
“Siguieron el coche que salió de acá. Hay muchos iguales al mío, pero pudieron dar con la patente y se dieron cuenta que Pablo no estaba involucrado en nada. Él ya quedó desvinculado de la causa“, explicó a los medios el padre del joven tras la liberación de su hijo.
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