De la Redacción de Contrapoder –
Alrededor de 4000 efectivos de la Policía Bonaerense se hicieron presentes repentinamente y sin aviso en los terrenos tomados para cumplir con la orden del juez Martín Rizzo. El secretario de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, comandó el operativo. La policía destruyó cada casilla, dejando en muchos casos a familias sin nada.
Respondiendo a las presiones mediáticas y políticas, el gobernador Axel Kicillof ordenó el desalojo de las tierras ocupadas en la localidad de Guernica, en el partido de Presidente Perón. Al predio de 100 hectáreas tomado en julio concurrieron miles de efectivos policiales que derribaron casillas y cortaron los alambres con que se delimitaron los lotes.
Contrariamente a lo esperable de parte de un gobernador de las características de Kicillof en Guernica hubo represión y detenidos “por usurpación, y atentado y resistencia a la autoridad”. Sin embargo no se observó el ensañamiento con que la policía reprimía durante el gobierno de María Eugenia Vidal, con Cristian Ritondo como ministro de Seguridad.
El operativo comenzó a la madrugada, cuando los efectivos policiales rodearon la zona y comenzaron a derribar algunas casillas que se habían instalado en el lugar. El desalojo da cumplimiento a la orden del juez Martín Rizzo. El magistrado había fijado el 30 de octubre como límite para la desocupar el predio.
Tras el avance de la policía dentro del predio ocupado se escucharon algunas detonaciones y se observaron columnas de humo por la quema de algunas casillas levantadas en el lugar.
El desalojo fue resistido por los ocupantes que, con piedras y palos, intentaron frenar el accionar policial. Tres horas después de la llegad de la policía al lugar aún había algunos enfrentamientos. Los manifestantes resistían con piedras el avance de los efectivos policiales que disparaban con balas de goma y arrojaban gases.
De los 37 aprehendidos de los que dio cuenta el juzgado intervinente, 27 son hombres y 10 son mujeres. En la información oficial se consignó que uno de ellos tenía un cuchillo, un morral de tela con bulones y un rebenque, y también que durante el operativo de desalojo 9 efectivos policiales recibiron lesiones leves.
El operativo se da luego de varias semanas en que el Gobierno bonaerense entabló negociaciones con los ocupantes, realizó un censo y logró el desalojo pacífico de la mayoría de ellos.
En el marco del trabajado desarrollado por el Gobierno bonaerense, el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad -junto con representantes de organismos de derechos humanos, Madres de Plaza de Mayo y organizaciones sociales de izquierda que apoyan a los que aún están en los terrenos- realizaron en los últimos días un último relevamiento para determinar el número de familias que debían dejar el lugar y a los que se les procura dar una solución a sus problemas habitacionales.
Según el relevamiento, unas 600 familias firmaron el acuerdo con el Gobierno para desalojar pacíficamente el predio. A cambio recibieron materiales de construcción, y dinero para pagar el alquiler de sus futuras viviendas. En tanto, otras fueron alojadas en “espacios transitorios” de Presidente Perón.
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