De la Redacción de Contrapoder –
Desde el 5 de diciembre de 2017 el gobierno de Mauricio Macri sabía en qué posición se encontraba el submarino ARA-San Juan, siniestrado con sus 44 tripulantes a bordo. Así lo afirmó en su declaración el contraalmirante Enrique López Mazzeo, ex comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada y uno de los imputados en la causa por el hundimiento del navío.
En su relato ante la Cámara de Apelaciones de Comodoro Rivadavia Mazzeo afirmó que: “Cuando usted vea toda la documentación, se va a dar cuenta de que nosotros, cuando tuve que firmar el mensaje más doloroso en toda mi carrera que fue el cierre del caso SAR (por la búsqueda y rescate) teníamos detectada la posición del submarino y por eso habíamos coordinado con la Marina Británica el 5 de diciembre (de 2017) el pedido de un vehículo autónomo, porque sabíamos que podía estar únicamente en dos cañadones, que era lo que no podíamos verificar con todos los medios internacionales requeridos”.
El marino aseguró que la detección fue hecha por el sonar del buque chileno Cabo de Hornos, y ese mismo 5 de diciembre, el vocero de la Armada, capitán Enrique Balbi, declaró en conferencia de prensa: “No hay mayores novedades”, respecto de la búsqueda del submarino. Y agregó: “En estos momentos se encuentra inspeccionando ese objeto o alteración de fondo, que puede ser metálico o no metálico, que detectó hace unos días el buque oceanográfico Cabo de Hornos de la Armada de Chile y que se encuentra a 940 metros”.
Balbi descartó que se tratara del submarino porque el objeto tenía solo 30 metros de largo y que el ARA San Juan tenía una dimensión mayor. Sin embargo, cuando un año después el buque noruego Seabed Constructor, operado por la empresa norteamericana Ocean Infinity, lo halló en una zona muy próxima a la señalada por el buque chileno, por efecto de la presión, el submarino tenía esa dimensión, 33 metros.
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