De la Redacción de Contrapoder –
Una encuesta publicada en las últimas horas por Datafolha revela que el líder del Partido de los Trabajadores, Lula Da Silva, mantiene una diferencia de 18 puntos en la intención de voto sobre el actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien ya ataca al sistema electoral y abre el paraguas a una intervención militar de cara a las elecciones presidenciales de Brasil que se realizarán en octubre de 2022.
El expresidente tiene un 47% de intención de voto, el mismo nivel desde hace meses, mientras que el actual presidente sumó un punto en las últimas semanas y se ubica segundo con el 29% de intención de voto. El sondeo de Datafolha tomó la opinión de 2.566 votantes en 183 ciudades. El margen de error de la encuesta es de dos puntos porcentuales.
En Brasil para ganar en primera vuelta se necesita alcanzar el 50 por ciento más uno de los votos. Lula está cerca si se considera que debe conseguir la mitad de la suma total de los sufragios y la encuesta realizada por Datafolha no tiene en cuenta el número de personas que no votan o que tienen el sufragio anulado.
De acuerdo al sondeo, la elección se polariza. El exministro Ciro Gomes se ubica tercero con un 8% de los votos, mientras que los demás postulantes acumulan menos del 2% de la intención de los sufragios.
La justicia de Brasil rechazó nuevas advertencias de Bolsonaro sobre el sistema electoral
El Poder Judicial de Brasil repudió hace una semana, a través del jefe del Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema) y de 40 procuradores de todo el país, las recientes advertencias de Bolsonaro acerca de una supuesta desconfianza que genera el sistema electoral.
Un total de 43 procuradores coincidieron en una nota conjunta en la que pidieron que la Procuradoría General de la República (fiscalía) investigue a Bolsonaro por sus dichos de ayer ante diplomáticos de todo el mundo. “La conducta del presidente de la República afronta la libertad democrática, con un claro propósito de desestabilizar y desacreditar el proceso y las instituciones electorales y, en este contexto, alberga, en tesis, la práctica de delitos electorales derivados del abuso de poder”, señala la nota.
El texto reclama al fiscal general del Estado, Augusto Aras, que actúe “siguiendo su misión constitucional de protección de la democracia”. Aras tiene la potestad para decidir si se abre o no una investigación contra Bolsonaro, aunque hasta ahora siempre se mostró alineado con el presidente, por lo que parece poco probable que lo haga.
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