
De la Redacción de Contrapoder –
Tras largos meses de temperaturas extenuantes, el Servicio Meteorológico Nacional anunció el fin de semana que el fenómeno de “La Niña” finalmente llegó a su fin. En su tercer año consecutivo, este fenómeno climático causó graves daños en las economías productivas argentinas. Durante este verano se vivió la sequía más grande desde que existen los registros, los productores agrícolas sufrieron pérdidas millonarias, cuyas cifras exactas aún se desconocen.
Basándose en la publicación de la Nathional Oceanic and Atmopheric Administration, perteneciente al Departamento de Comercio de los Estados Unidos, el Servicio Meteorológico Nacional brindó una confirmación que despertó expectativa en los productores rurales. Al generar que la atmósfera se acople a las variaciones que causa en el océano, “La Niña” trajo consigo corrientes de agua más fría, lo que significó vientos y cambios en la presión debido al enfriamiento, que tuvo como resultado una alarmante falta de lluvias dentro de la región durante los meses cálidos.
✨¡¡¡LA NIÑA LLEGÓ A SU FIN!!!✨
Lo anunció hoy @NOAAClimate. Pero ¡ojo! 👇En Argentina todavía no vamos a ver mucha variación en las precipitaciones. A pesar del cambio en la temperatura del océano, la atmósfera todavía se mantiene con una circulación acorde a la de La Niña. pic.twitter.com/LEWvtgs1tE
— SMN Argentina (@SMN_Argentina) March 9, 2023
Pese a que “La Niña” se marcha, al menos por un tiempo, el SMN remarcó que “en Argentina todavía no vamos a ver muchas variaciones en las precipitaciones” debido a que, a pesar del cambio de temperatura en el océano, “la atmósfera todavía se mantiene con una circulación acorde a la de La Niña”. Según la Organización Meteorológica Mundial, Argentina atravesó el fenómeno más largo en muchos años. Es la primera vez en el siglo que ocurrió tres veces de manera consecutiva y se vio reflejado en las problemáticas que causó.
Con La Niña en su recta final se espera que a mediados de año aparezca El Niño. Si esto se confirma, las temperaturas promedio globales mostrarían naturalmente una suba, siendo muy probable que superen el umbral crítico de 1,5 °C de calentamiento respecto a los valores preindustriales. La buena noticia es que en Argentina llegaría en invierno y esa variación apenas será notada por la población, que espera con impaciencia el final de un verano que fue implacable.
Vale destacar que hasta el momento, el año que más calor se registró en la tierra fue el 2016 y en gran parte fue impulsado por el evento El Ñino.
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