Por Luciana Bertoia –
Después de que un alto funcionario de la Corte Suprema dijera que tres de los ministros del máximo tribunal tienen a Elisa Carrió como defensora acérrima, otro integrante del cuerpo echó un poco más de nafta al fuego. Fue Ricardo Lorenzetti, que les reclamó a sus colegas que no intervengan en un caso que involucra a la dirigente de la Coalición Cívica.
El secretario general de administración de la Corte, Héctor Daniel Marchi, sacudió el tablero este jueves cuando recusó a todos los ministros del máximo tribunal en una causa que lo tiene a él como protagonista y a Carrió.
En 2016, la líder de la Coalición Cívica denunció a Marchi y a Lorenzetti por enriquecimiento ilícito. Los dos fueron sobreseídos, pero Marchi dio un paso más: demandó por daños a la diputada. En 2018, la Cámara Civil le dio la razón a Marchi: dijo que no había inmunidad parlamentaria para lanzar falsas imputaciones.
El 28 de diciembre de 2018, Carrió recurrió esa sentencia y, en ese mismo acto, recusó a Lorenzetti –a quien denunció penalmente y pidió su destitución en reiteradas oportunidades–. La causa entró a la Corte en febrero de 2019, pero nadie dijo una palabra sobre si Lorenzetti debía intervenir o no.
El expresidente de la Corte se excusó finalmente el 10 de marzo de 2021, pero sus colegas tampoco se pronunciaron frente a esa situación. El estado de latencia se sacudió el jueves cuando Marchi recusó a todos los ministros. El argumento es que él tiene un pleito contra Carrió que tiene un rol gravitante en el juicio político que se sigue contra los supremos. “Mientras yo mantengo una disputa legal contra Elisa Carrió ante estos estrados, vuestras excelencias se encuentran sometidos a un proceso de juicio político en el que mi contraparte interviene como acusador de uno y defensor acérrimo de otro”.
Por si quedan dudas, Marchi dice que la dirigente de la Coalición Cívica – a través de los diputados y diputadas que le responden– defiende a Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda. El señalamiento no es inocente, ya que tres meses atrás se conocieron los chats entre la mano derecha de Rosatti, Silvio Robles, con Marcelo D’Alessandro, por entonces ministro de Justicia de Horacio Rodríguez Larreta. Esas comunicaciones dejaron en evidencia lazos entre la cima del Poder Judicial y Juntos por el Cambio. De hecho, Rosatti llegó a la Corte con la bendición de Carrió.
Rápidos de reflejos, Rosatti, Maqueda y Rosenkrantz circularon horas después de la presentación de Marchi el rechazo a su pretensión de que se apartaran de la causa. Lorenzetti, en un voto separado, remarcó esa premura y dijo que debían excusarse porque Marchi va a ser convocado ante la Comisión para declarar sobre sus superiores y “puede sentirse limitado o condicionado” en su declaración.
“Justamente por esa razón es que, no bien se planteó este nuevo juicio político sugerí al señor Presidente de la Corte, Dr. Horacio Rosatti, que era conveniente que se resolviera mi excusación y que se excusaran los demás ministros”, escribió Lorenzetti.
Lo que parece dejar trascender el voto de Lorenzetti es que sus colegas no están interesados a dejar un caso en el que tiene interés Carrió, sobre todo cuando de los partidos opositores, la Coalición Cívica es el único con asistencia perfecta a la Comisión de Juicio Político.
La presidenta de ese cuerpo, Carolina Gaillard, ya le anticipó a Página/12 que Marchi será convocado como testigo cuando se traten los desmanejos en la obra social, una causal de juicio político que salpica directamente a Maqueda –quien era el ministro coordinador de este área–.
La tensión con Marchi, sostienen fuentes tanto en el Palacio de Justicia como en la Cámara de Diputados, no estaría limitada al pleito que tiene con Carrió, sino que podría haber una decisión de recortarle atribuciones al funcionario más influyente de la Corte.
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