
Por Franco Mizrahi y Ari Lijalad –
Si Javier Milei es elegido presidente, Victoria Villarruel presidirá el Senado. Cuando el presidente viaje será presidenta en ejercicio. El candidato ya dijo que su vice estará a cargo de las áreas de Defensa y Seguridad. Si Milei es destituido o sufre una enfermedad que le impida gobernar, se convertirá en presidenta. Buena parte del destino de 47 millones de argentinos quedará en manos de una persona que se reunió al menos con 10 genocidas en la cárcel de Marcos Paz entre 2014 y 2016. Uno estuvo involucrado en más de 250 secuestros, otro en 25 casos de torturas además de fusilamientos y desapariciones, uno fue agente de inteligencia que integró la patota de la ESMA y fue condenado además por delitos sexuales, otro fue condenado a prisión perpetua por robo de bebés, uno reprimió a poblaciones rurales, otro fue condenado por 84 casos de desapariciones. Autopercibida representante de víctimas, su relación es mucho más estrecha con los victimarios.
La candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza es poco consultada sobre estos vínculos y nada consultada sobre el dispositivo de abogados del establishment con los que comparte el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTYV), revelados por El Destape. De sus relaciones con genocidas habla poco; de los negocios que vienen detrás de esas relaciones nada.
En una entrevista con La Nación le preguntaron sobre sus visitas a genocidas. La nota consignó que “Villarruel dijo que es cierto que visitó a Jorge Rafael Videla cuando estaba detenido, así como también a otros militares, pero aseguró que lo hizo porque estaba trabajando en su primer libro sobre la década del 70 que se tituló ‘Los llaman… jóvenes idealistas’ y que –según dijo- buscó ‘documentar con todas las voces’”.
Los datos que ahora revela El Destape, sin embargo, la desmienten. Ese libro fue publicado en 2009 y las visitas a los genocidas fueron en 2014 y 2016. Tal vez se equivocó y hablaba de su otro libro, “Los otros muertos”, en coautoría con Carlos Manfroni. Pero las fechas tampoco dan: lo editó en 2014 y las visitas a genocidas que publica este medio son en su mayoría en 2016.
El Destape pudo reconstruir que el 17 de febrero de 2016 Villarruel fue al penal de Marcos Paz a ver a 10 represores. Sus prontuarios son los siguientes:
1) Alberto González Menotti, agente de inteligencia, integrante del Grupo de Tareas de la ESMA, condenado a perpetua
Condenado a:
- 20 años de prisión por violaciones en la ESMA: 3 víctimas
- Prisión perpetua por secuestros y torturas en juicio ESMA III: 789 víctimas
- Prisión perpetua en juicio ESMA II: 86 víctimas
La periodista Luciana Bertoia escribió sobre la relación de la familia Villarruel con González Menotti: “El matrimonio Pando-Mercado suele recordarle a Villarruel otro vínculo con otro ilustre integrante de la patota de la ESMA: Alberto Eduardo González, conocido en el campo de concentración de la Marina como el ‘Gato’ o ‘González Menotti’. González –condenado a prisión perpetua– es historiador de la Marina, como el abuelo materno de Villarruel, y escribió cuatro libros, según declaró en una indagatoria. Pando dice que los libros que publicó Villarruel fueron escritos, en realidad, por González. Este diario consultó con el defensor de González, Guillermo Fanego, quien reconoció el vínculo con Villarruel, aunque desestimó la coautoría“.
2) Gerardo Jorge Arráez, área de inteligencia de Policía Federal, 25 años de condena
Condenado a 25 años de prisión en 2017 en el juicio ABO III: 352 víctimas
3) Coronel retirado Héctor Girbone, oficial de inteligencia del Ejército, condenado a 8 años por apropiación de bebés
Condenado a 8 años de prisión por la apropiación de Pablo Gaona Miranda
4)Teniente coronel Juan Amelong, condenado a perpetua por robo de bebés, secuestros y torturas
Condenado a:
- Prisión perpetua en Jucio Quinta de Funes- Guerrieri IV: 29 víctimas
- Prisión perpetua en juicio Guerrieri III: 47 víctimas
- 10 años de prisión en juicio Guerrieri II: 26 víctimas
- 13 años de prisión en juicio Hospital militar de Paraná: 2 víctimas
5) Pedro Alberto Rodríguez, civil, condenado a 8 años y seis meses
Condenado a 8 años y 6 meses por el secuestro y tortura de Manuel Oscar Casado, dirigente sindical.
6) Teniente coronel José Tadeo Bettolli, condenado a perpetua por crímenes de lesa humanidad en Chaco
Condenado a:
- Prisión perpetua en juicio Ligas Agrarias, Chaco: 4 víctimas
- 25 años de prisión en juicio Caballero, Chaco: 26 víctimas
- 12 años de prisión en juicio Caballero II, Chaco: 10 víctimas
- 7 años y 6 meses de prisión en juicio Caballero III, Chaco: 33 víctimas
7) Luis Alberto Patetta, oficial de inteligencia, condenado a perpetua por crímenes de lesa humanidad en Chaco.
Condenado a:
- Prisión perpetua en juicio Masacre Margarita Belén, Chaco: 15 víctimas
- 25 años de prisión en juicio Caballero I, Chaco: 26 víctimas
- 12 años de prisión en juicio Conscriptos, Chaco: 5 víctimas
- 11 años y 6 meses de prisión en juicio Caballero III, Chaco: 33 víctimas
- 19 años de prisión en juicio Caballero II, Chaco: 10 víctimas
8) Héctor Di Pasquale, condenado por delitos de lesa humanidad en la Brigada de San Justo
Condenado a:
- Prisión perpetua en juicio La Cacha: 147 víctimas
- Prisión perpetua en juicio Escuelita VII, Neuquén: 20 víctimas
- 25 años de prisión en juicio Brigada de Investigaciones San Justo: 81 víctimas
- 17 años de prisión en juicio Escuelita III, Neuquén: 55 víctimas
- 10 años de prisión en juicio Escuelita IV, Neuquén: 28 víctimas
- 6 años de prisión en juicio Escuelita VI, Neuquén: 10 víctimas
- 5 años y 4 meses de prisión en juicio Escuelita V, Neuquén: 2 víctimas
9) Rogelio Masson Iglesias, agente penitenciario, condenado a 14 años de prisión
Condenado a 14 años de prisión en 2015 en el juicio Marengo, Jujuy: 90 víctimas
10) José Roberto Abba estuvo detenido, acusado de crímenes de lesa humanidad, pero terminó absuelto por “el principio de duda”
José Roberto Abba fue militar y abogado general del Estado (fiscal de Estado) del gobierno de facto del general Antonio Domingo Bussi en Tucumán durante la última dictadura empresario-militar. Estuvo preso por crímenes de lesa humanidad, por la desaparición del periodista francés Maurice Jeger y su compañera Olga Cristina González. Terminó absuelto en 2017 por el principio de duda en uno de los juicios que se hicieron por el Operativo Independencia. El padre de Victoria Villarruel, el teniente coronel Eduardo Villarruel, recibió un diploma de honor en mayo de 1976 por su desempeño en esa operación en Tucumán en la que “ha participado activamente en la lucha contra la subversión”.
Ese 17 de febrero de 2016 Villarruel no fue la única que se reunió con estos genocidas. También estuvo Santiago Sinópoli, un militar y abogado con una buena cantidad de publicaciones donde busca fundamentar la intervención de las Fuerzas Armadas en seguridad interior y, al igual que Villarruel, alegar que hubo violaciones a los derechos humanos de ambos bandos y que lo necesario es una amnistía general.
Uno de sus libros se llama “Lesa Humanidad: Técnica de una Injusticia”, publicado en 2021 en coautoría con Guillermo Palombo, donde se dedican a criticar los fallos de la Corte Suprema vinculados a los delitos de lesa humanidad (Caso Arancibia Clavel), la nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final (Caso Simón), la negación de “cosa juzgada” (Caso Mazzeo) y lo que denominan la “desaparición forzada” del principio de ley penal más benigna (Caso Batalla). Otro “La batalla por el relato. Ensayo historiográfico sobre la guerra revolucionaria en Argentina: 1959-1989”, también en coautoría con Palombo y Alberto Jorge Crinigan, un Coronel del Ejército, Oficial de Inteligencia y ex Jefe del Destacamento de Inteligencia de Córdoba, que estuvo detenido por por crímenes de lesa humanidad. En 2011, Página/12 consignó que Sinopoli fue uno de los 26 militares que conformaron tribunales de guerra especiales que hacían farsas de juicios a presos políticos durante la dictadura.
Otras dos visitas a represores
Dos semanas después de esta visita generalizada a represores, el 2 de marzo de 2016, Villarruel volvió al Complejo Penitenciario Federal 2 y visitó a tres genocidas con los que ya se había reunido: Amelong, Bettolli y Girbone.
Previamente, según pudo reconstruir El Destape, el 21 de mayo de 2014 Villarruel había ido al CFP 2 para ver al represor de la ESMA Alberto González, a quien volvió a visitar el 17 de febrero de 2016.
Esta decena de visitas se suman a las ya conocidas y difundidas como las que Villarruel hizo al dictador Videla, revelada por el militar Pedro Rafael Mercado, esposo de la negacionista Cecilia Pando, o al represor Norberto Cozzani, mano derecha de Miguel Etchecolatz, difundida por la abogada Guadalupe Godoy, querellante en la causa sobre la desaparición de Jorge Julio López. Etchecolatz tenía anotada a Villarruel en uno de sus cuadernos como contacto de cara al juicio que iba a afrontar por el caso López, como también reveló Godoy.
Una persona que frecuentaba a militares que secuestraron, torturaron, violaron y robaron niños puede convertirse en vicepresidenta en una semanas. Algunos de ellos lo hicieron en cientos de oportunidades. ¿Cuál es la catadura moral de alguien que toma mate con asesinos en serie? ¿Qué garantías tendrán los argentinos bajo su mando? Es imprescindible que quienes vayan a votar el 22 de octubre sepan quién es Victoria Villarruel.
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