
La lucha del Ascenso por recobrar la institucionalidad de la AFA está basada en la defensa de un sistema implementado por Julio Grondona, pero es el único frente contra la privatización del fútbol que hoy tienen los privatistas. Las deudas que tienen los clubes provienen de una forma de trabajar que durante décadas alimentó el poder de “Don Julio, de la AFA salían fondos a modo de adelantos, sin intereses y sin obligación de devolverlos. El único pago era la fidelidad a la hora de votar.
La asfixia financiera que e que hoy se encuentran los clubes es consecuencia directa de aquellas prácticas, pero también está profundizada por las políticas que bajaron desde la Rosada en el último año.
Algunos clubes le deben a la AFA algo más de 1.000 millones de pesos. Y el Comité Normalizador le debe 350 millones a los clubes, pero no le habilitará refuerzos a quienes tengan deuda y esta semana acordará un plan de pagos con cada uno que deba esos fondos que, ahora sí deberán devolver, con tasa de interés y retenciones a las ventas de entradas.
Mientras tanto el gobierno anunció el fin del Fútbol Para Todos (FPT), pero no quiere pagar una rescisión. En ese panorama están los clubes, y las deudas a proveedores y empleados se acumularán con la quiebra como principal fantasma. Y de eso se agarra Macri, la principal política del presidente con respecto al futbol es propiciar quiebras que vengan a promover el ingreso de las Sociedades Anónimas Deportivas al Futbol. O en buen criollo, la privatización que el presidente procura desde que era titular de Boca, allá por los 90, cuando intentó “comprarse” el Deportivo Español.
Es decir, Macri postula para el fútbol un futuro con capitales privados que inyecten dinero para saldar las deudas de los clubes, que ahora mismo él ayuda a incrementar, para que entonces, él y sus amigos puedan finalmente cumplir su viejo sueño de hacer negocios con el fútbol, sin atender el carácter social de los clubes.
El gobierno dispuso en el tablero una cantidad de hombres pro-privatistas que apuntalan esa noción. El nexo directo es Fernando Marín, quien a principios de siglo fue el dueño de “Blanquiceleste”, la gerenciadora de Racing. El comité normalizador tiene como presidente a Armando Pérez, ejecutivo de “Córdoba Celeste”, la empresa que se hizo cargo de Belgrano. Son los dos delfines de Macri para lograr la privatización del deporte más popular del país.
Luego de una larga discusión el comité normalizador logró instalar en el borrador que envió FIFA para el nuevo estatuto de AFA dos puntos importantes, la reducción del número de integrantes de la Asamblea y del Comité Ejecutivo y la apertura a “personas jurídicas” que tengan interés en formar parte de la AFA. La primera medida le resta poder a los clubes del ascenso y lo reconcentra en los de primera y la segunda es la puerta de entrada a las Sociedades Anónimas. Es decir, a clubes que dejan de ofrecer servicios a la comunidad y pasan a convertirse en usinas de negocios para Macri y sus Amigos
El tiempo de “Don Julio” ya pasó, hoy en la AFA manda “Don Mauricio”
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