Por Raúl Dellatorre –
Empresarios del sector y funcionarios del área reconocen que “los aumentos de la carne de la semana pasada se esperaban por razones estacionales, pero quizás hubo una sobrerreacción en el mercado de hacienda”. Pese a que los precios al público se mantuvieron prácticamente estabilizados desde julio, ni ganaderos ni frigoríficos dejaron de tener rentabilidad favorable en sus negocios. Pero en cuanto tuvieron una oportunidad de “recomponer precios”, lo hicieron. Y de una sola vez. Los frigoríficos, particularmente los exportadores, convalidaron ese aumento de la hacienda porque los precios que reciben de sus vents al exterior siguen aumentando. El comercio, principalmente los hípermercados, aumentaron sus existencias en previsión de ventas para un fin de semana largo. Y subieron los precios a la par del valor de la hacienda y algún escalón más. El gobierno debiò reclamar un congelamiento del precio durante el fin de semana para poder ordenar el mercado a partir de este reinicio de actividades. La expectativa es que esta semana, por lo pronto, los precios se estabilicen, tras el leve retroceso del valor en los mercados de hacienda de este martes.
En este marco, el secretario de comercio interior, Roberto Feletti, recibirá este miércoles a representantes de distintos sectores de la cadena de comercialización de la carne bovina.
Los precios del ganado en pie que llegaron a pagar los frigoríficos aumentaron entre el 12 y el 14 por ciento la semana pasada, según la categorìa (vaquillona y novillito, las que más subieron), pero en carnicerías y en algunas cadenas de hípermercados, el aumento en mostrador o en góndolas llegó al 20%. Incluso en algunos locales, este martes seguían verificándose correcciones al alza. En dicho escenario, un dirigente de frigoríficos regionales arriesgó este martes el siguiente pronóstico: “No habrá más aumentos hasta marzo del año que viene, los precios de diciembre serán los mismos que los de esta semana; el precio de la carne dejará de ser un tema de conversación dominante”.
Daniel Urcía, titular de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (Fifra), aseguró que la baja en determinadas categorías de hacienda en el mercado de Liniers se reflejará en “una caída del 5% de los precios que van a la góndola, inmediatamente”. Ello no llega a revertir los aumentos del precio al público en las últimas jornadas, ya que apenas recorta el aumento neto. Pero, segùn el citado dirigente industrial, con los valores de esta semana, ya se cubrió “la recomposición de precios” que esperaba el sector, y vaticinó que “en diciembre tenemos que ver los mismos precios que esta semana”.
Hay ciertos factores estacionales que, por las condiciones actuales del negocio, tuvieron un impacto más marcado. “Con el inicio de la primavera, hay más disponibilidad de pasturas en los campos, y una lógica actitud de retención de los animales para engordarlo con un alimento que, para el productor, es gratuito”, señalan. Decisión que, usualmente, empieza a reflejarse como falta de oferta a partir de noviembre.
Hay que sumarle un argumento adicional: el buen momento económico por el que pasa la ganadería le permite a los productores “optar” por esperar y aumentar el peso del animal, sin necesidad de apurar la venta para hacerse de efectivo.
Por otra parte, se verificó también que la fuerte demanda china a partir de 2019, provocó que se mandaran a faena muchas hembras ese año, bajando sensiblemente el ínidice de preñez. La menor parición de terneros hacia fines de 2019 (que se proyectó a todo 2020) hace que, dos años después, haya menos novillos terminados para su envío al mercado. “Recién este año, cuando se le puso el freno a las ventas sin control a China, se detuvo el ciclo de liquidación de vientres”, comentó a este diario un experto del sector oficial.
Más allá de las condiciones descriptas del proceso ganadero, el otro factor determinante en el precio es el sector exportador. El aumento de los precios internacionales habilita a los frigoríficos más concentrados a pagar mayores valores por la hacienda, pero con ello levantan el precio también para el mercado interno.
Además, particularmente en los grandes frigoríficos que venden a Europa, de la faena tiene un gran sobrante de cortes que no son demandados por ese mercado y que, en cambio, son los de consumo popular internamente. Las estimaciones del sector, tanto privadas como del ámbito público, coinciden en que estos establecimientos tienen retenidos en cámaras frigoríficas un volumen significativo de cortes populares, que podrían operar como compensador de oferta en el mercado cuando se la demanda.
Este diciembre es un fin de año en el que, particularmente, se espera un incremento significativo de la demanda. Porque será el primero tras la pandemia en el que las familias vuelven a juntarse, porque se retoma la constumbre de las “juntadas de amigas y amigos, y quien puede, disfruta de una salida a comer a una parrilla.
La convocatoria del gobierno pretende conseguir que esa previsble mayor demanda estacional sea acompañada de precios accesibles de un bien cultural, la carne, sin que los sectores privados abusen de una condición de mercado que se les presenta quizás demasiado atractiva para su afán de lucro.
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