De la Redacción de Contrapoder –
Por videoconferencia, ya que se encuentra dentro del programa de testigos protegidos, los fiscales españoles que llegaron a la Argentina le tomaron declaración a Oscar Centeno, en la que no brindó ningún detalle certero sobre la causa que investiga la Justicia ibérica.
El ex chofer de la Subsecretaría de Planificación no pudo hacer ninguna precisión ni brindar detalle alguno sobre las supuestas coimas ni los dólares que supuestamente pagaron los empresarios de Isolux para quedarse con la termoeléctrica Río Turbio entre 2008 y 2015. “No lo sé”, “no me acuerdo”, “no, no lo vi”, “lo único que sé es lo que está en los cuadernos”, fueron las respuestas ante las preguntas de un juez español, dos fiscales de la Fiscalía Contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada y una abogada de la Administración de Justicia de España. Lo que le preguntaron fue si podía agregar algún detalle de los pagos de la empresa española Isolux, a los funcionarios del Ministerio de Infraestructura en tiempos del gobierno de Cristina Kirchner.
Centeno no agregó nada de nada a la causa, dijo que no vio nada, ni siquiera vio los dólares que supuestamente Isolux entregó, ni a los empresarios a los que él mismo se refirió en los cuadernos como los supuestos pagadores de estas coimas”. Dijo que simplemente estaba en el auto al momento de los distintos encuentros, de manera que los fiscales españoles se fueron con las manos vacías.
La credibilidad de Centeno siempre estuvo en dudas dado que, entre otras cosas, dijo que quemó los cuadernos y después aparecieron seis de los ocho originales, “casualmente” cuatro días antes de las elecciones de octubre de 2019.
La justicia española investiga la corrupción de la empresa Isolux, aliada de los Macri en los Parques Eólicos, pero particularmente centrada en los pagos que los hermanos De Goycoechea -ejecutivos de Isolux- le habrían hecho a Roberto Baratta, quien había sostenido que en el caso de Isolux como en el de Techint, ninguno de ellos entregó suma alguna, sino que la plata se la quedaron los ejecutivos, que luego la legalizaron en el blanqueo de Macri de 2016 o la mantuvieron escondida como surge de los Panamá Papers.
Según explicó Centeno, lo que puso en los cuadernos fue producto de lo que le escuchó decir a Baratta y a otros funcionarios. En los cuadernos, el chofer escribió que en total retiraron 12 millones de dólares, mientras que De Goycoechea admitió que a veces entregaron 200.000 dólares, otras 250.000 y otras veces 300.000, que eso ocurría tres veces por año y en concepto de aportes legales a las campañas electorales. También declaró que todo tenía el visto bueno de la central española de Isolux y era en el marco de las obras en Río Turbio adjudicadas a la empresa española.
Isolux aparece involucrada en denuncias de corrupción en varios países y está siendo investigada por la justicia española en Catalunya, Castilla-León, Euskadi, Galicia y Asturias. En América Latina, en Chile y Argentina.
Isolux estuvo asociada o vinculada con el Grupo Macri, incluyendo numerosas licitaciones en que la española se presentó en alianza con IECSA, la constructora de la familia Macri, presidida por el primo del ex presidente, Ángelo Calcaterra.
RSS