Por Artemio López –
La nota se inicia mostrando la evolución de los salarios registrados y no registrados desde octubre de 2016, el punto donde los deja el segundo mandato de Cristina Kirchner, hasta febrero de 2023.
La pendiente es evidente a partir de octubre del año 2017, año en el que el gobierno de Juntos por el Cambio enfrenta elecciones de medio término, acelerándose notablemente a partir del año 2018 y con un amesetamiento en el lapso 2020 a 2023, en el caso de los salarios registrados pero una caída en picada durante todo el período de los salarios no registrados aún en el año 2021. Es en este momento que el Frente de Todos enfrentó sus elecciones intermedias, cuando obviamente, se quebró en su base de representación y perdió más de 4 millones de votos respecto al año 2019, sin que ninguno de ellos fuera hacia Juntos por el Cambio.
Los ciudadanos y ciudadanas defraudados, decidieron mayoritariamente no ir a votar. En el año 2021.
Veamos los datos más de cerca, deteniéndonos ya en lo ocurrido durante el lapso comprendido entre los años 2019 y 2022.
Como se observa, todas las categorías analizadas muestran caída y el promedio de salarios registrados 1,6% de poder adquisitivo real, mientras los no registrados pierden 18,2%, el promedio del total de trabajadores ve caer un 5,13% su salario real.
Situación de perdida de poder adquisitivo del salario que no parece mejorar en sustancialmente en los que va del año 2023, como se ve en este cuadro que muestra los datos comparados y las diversas categorías salariales y fuentes de información.
Todos estos datos cobran verdadera significación cuando observamos el poder adquisitivo del salario respecto a indicadores sociales relevantes, como es la valorización de la canasta de pobreza.
Como se observa en el gráfico que sigue, el salario promedio de abril de 2023 según datos del Ministerio de desarrollo productivo alcanza a $180.019.
Por otra parte, la valorización de la Canasta de Pobreza para un hogar tipo metropolitano en marzo de este año ascendió a $191.228.
La conclusión es obvia, los salarios no logran detener su caída , todas las categorías pierden poder adquisitivo analizado a través de la información de fuentes diversas.
Finalmente, el promedio salarial formal público y privado se ubica por debajo del valor de la línea de pobreza para un hogar tipo situación que fundamenta el fenómeno de Trabajador Pobre sobre el que llamara la atención la vicepresidenta en su última intervención desde el Teatro Argentino de La Plata.
En fin, lo dicho, en materia salarial, otro primero de mayo para el olvido.
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