De la Redacción de Contrapoder –
Una verdadera marea humana conformada por estudiantes, docentes y autoridades de universidades públicas y privadas, alumnos secundarios, centrales sindicales, organizaciones sociales y agrupaciones de derechos humanos ganó la calle este martes y marchó durante toda la tarde en todo el país. En Buenos Aires se congregaron unas
800.000 personas, nutridas columnas marcharon desde el Congreso Nacional a la Plaza de Mayo, donde convergieron en un gran acto para reclamarle al Gobierno de Milei la actualización de las partidas congeladas que pusieron al sistema universitario al borde del colapso.
“En defensa de la universidad pública argentina” fue la consigna de una masiva movilización, con una concurrencia que, según informó la UBA, fue superior a las 800.000 personas solo en CABA, pero que superó ampliamente el millón, con las protestas que se sumaron en todas provincias para expresar el descontento con la política de ahogo financiero dispuesta por el Gobierno libertario.
Desde el escenario, diversas personalidades de la educación, la cultura y los DDHH hicieron sentir sus voces contra el brutal ajuste, para cerrar con un duro documento leído por la presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA), Piera Fernández de Piccolini.
“No queremos que nos arrebaten nuestros sueños. Nuestro futuro no les pertenece», dijo Piccolini, ante una plaza de Mayo desbordada, al igual que todo el centro porteño, por la marcha en defensa de la universidad pública. «La educación es un derecho humano fundamental porque reduce la desigualdad”, agregó.
“La universidad publica atraviesa un momento crítico. Agradecemos el respaldo de la toda la sociedad. La universidad pública sostienen la democracia, la producción y los lazos sociales. El presupuesto de las universidades fue congelado. El que tenemos es a valores del 2022. Los anuncios del gobierno fueron absolutamente insuficientes”, remarcó la presidenta de FUA, leyendo el documento.
En otro de los pasajes, Piccolini destacó: “Más del 90% de lo que el Estado invierte en educación se invierte en salario. En los últimos meses los salarios han perdido 50% de su poder adquisitivo. Y se canceló de hecho la negociación colectiva. Exigimos paritarias libres, sin techo, contemplando la situación inflacionaria. Sin salarios dignos para docentes y no docentes, la universidad pública es insostenible”. “Exigimos que se restituya inmediatamente el Fonid” (Fondo de Incentivo Docente).
“La educación es un derecho humano fundamental porque reduce la desigualdad-agregaba el documento-. Las y los estudiantes trabajan y cuidan a sus familias. Las becas son fundamentales. Las becas progresar y Manuel Belgrano sufrieron recortes. Las universidades carecen de presupuesto para sostener becas propias. Un país que no invierte en educación renuncia a su soberanía”.
En otro pasaje de la lectura del documento, la presidenta de la FUA destacó: “Argentina es el primer país de Latinoamérica en investigación. Exporta reactores nucleares. Argentina es uno de los 10 países en el mundo que puede producir satélites”. “Creemos en la capacidad igualadora de la educación pública, como herramienta de movilidad social ascendente y en el aporte que hace la producción científica en la sociedad del conocimiento. Todos los problemas que tenemos se resuelven con más educación y universidad pública, con más investigación. La educación nos salva y nos hace libres. Viva la educación pública”, cerró Picolini.
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