De la Redacción de Contrapoder –
En el marco de los allanamientos dispuestos por el juez federal Claudio “Pistolero” Bonadio, varios efectivos de la Policía Federal ingresaron este mediodía al edificio de Recoleta donde vive la ex presidenta Cristina Kirchner, mientras que una veintena de uniformados forman un aparatoso cordón frente a la puerta de la propiedad. En tanto que en los vehículos esperan su momento para entrar en escena los perros “buscadólares”, tal el nombre asignado por el periodista de Todo Noticias Guillermo Lobo.
El circo está montado prolijamente para que surtan efecto las transmisiones de alto impacto, con varios móviles y periodistas e invitados en todos los pisos de los principales canales macristas, sobre todo TN que tiene montado su show de móviles en diferentes lugares.
Si bien Bonadío no se hizo presente hasta el momento, la policía, que llegó en siete camionetas, montó en torno al domicilio un exagerado operativo de seguridad a cargo de efectivos de Infantería. Como broche de oro, el abogado de la ex presidenta, José Beraldi, quien se apersonó para abrir la puerta y presenciar el procedimiento, fue expulsado del lugar por orden expresa del magistrado.
Ayer la ex mandataria y actual senadora habló en la sesión en la que se aprobaron los procedimientos judiciales y hasta votó a favor de que se realicen. A pesar de eso, denunció que la causa surgida a partir de las fotocopias de los cuadernos del chofer Oscar Centeno sobre presuntas coimas es parte de “una persecución”.
“Si algo faltaba para consagrar la persecución política, y el uso del Poder Judicial como instrumento de persecución política en la Argentina era esta causa”. dijo Cristina. Enmarcó las causas en su contra dentro de una estrategia regional contra los líderes populares como ocurre con Dilma Rousseff y Lula Da Silva en Brasil o Rafael Correa en Ecuador. “Es un instrumento de proscripción”, afirmó.
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