El 10 de diciembre de 2015, día en que Mauricio Macri asumió la Presidencia, la moneda norteamericana fluctuaba entre los $9,71 del precio oficial y máximos de hasta $14,77 del mercado informal (Dólar Blue, Dólar Turista, Dólar Futuro, Dólar Negro y otros).
El último día hábil de 2017 el Dólar cerró a $18,95 en casas de cambio y bancos, aunque un día antes (con el anuncio de la suba del 50% para las metas de inflación) tuvo un pico de $19,46 para el oficial.
Pero también hubo otros encarecimientos porque el “Dólar Blue” llegó a $19,55 y el “Contado con Liqui” a $18,93, figuras que nunca desaparecieron del mercado marginal a pesar del promocionado “fin del cepo”.
El comportamiento del Dólar incluso dejó en ridículo al Gobierno Nacional (que confía en el mercado) que el miércoles 27 de diciembre mandó a aprobar el presupuesto nacional 2018 con un Dólar promedio de $18,30.
Pero el 28 de diciembre, tres días antes de finalizar el 2017, el Dólar ya costaba $19,46 superando esa meta prevista para el próximo ejercicio.
Una de las primeras medidas que tomó el Gobierno de Cambiemos apenas asumió, fue la de retirar al Estado como regulador del Dólar y desde entonces la moneda de EE.UU. no paró de encarecerse respecto del Peso Argentino.
Desde el “fin del Cepo”, como fue bautizado por los medios periodísticos, el mercado financiero se encargó de regular el precio y el circulante del Dólar (de acuerdo a la oferta y demanda de cada momento) con sucesivos saltos de su valor en Pesos.
En los últimos dos años el Dólar se encareció $9,24 por unidad, lo que representó una devaluación del 95,15% para el Peso Argentino.
Si se toma el pico de $19,46 -que alcanzó tras la decisión del Gobierno de aumentar la Inflación del 10% al 15% para 2018- el encarecimiento del Dólar fue de $9,75 por cada unidad; con una devaluación del 100,4% para el Peso Argentino frente a la moneda Yanqui.
En 2017 el Dólar acumuló así un encarecimiento del 20,34% a lo largo del segundo año de mandato de Mauricio Macri (saltó de $16,17 hasta el pico de $19,46).
Trabajadores, los que más pierden con la suba del dólar
Son bien conocidos los sectores que siempre presionan por una devaluación, porque obtienen más ganancias con un dólar cada vez más alto (agroexportador principalmente, grandes industriales; tenedores de títulos, bonos y acciones en dólares; comercializadores de bienes raíces, entre otros).
En una economía bimonetaria como el de Argentina; los trabajadores (formales e informales) cobran salarios Peso; pero deben comprar alimentos, bienes y servicios cuyos costos siempre se calculan en relación con el valor del Dólar.
Los asalariados son los que más pierden frente a una devaluación de casi el 101% del Peso frente al Dólar y una Inflación acumulada del 65% en los últimos dos años.
*La especulación y la suba en los costos de producción, hacen que la Canasta Básica Alimentaria incremente su valor ante cada estampida del Dólar; principalmente en carnes, lácteos, derivados de granos y trigo.
*Los bienes importados (o de ensamble local con altos componentes de piezas importadas) siempre aumentan sus precios cuando el dólar avanza: autos, electrodomésticos, computación, telefonía, indumentaria, combustibles minoristas, costo del transporte.
*En un país como Argentina, con sus habitantes tan adictos al Dólar; estas subas en el precio también afectan a los pequeños y medianos ahorristas, quienes mensualmente destinan parte de sus ingresos a comprar la moneda norteamericana para atesorarla.
*El alquiler de casas y departamentos, la compra de terrenos y la construcción de la vivienda familiar es lo que más se encarece con cada devaluación del Peso frente al Dólar.
*El mercado inmobiliario afecta especialmente a las familias de clase media, donde radica la fortalece electoral de Cambiemos que -paradójicamente- promociona las supuestas bondades de sus créditos hipotecarios en UVA.
“La familia que tiene un crédito preaprobado y debe escriturar corre riesgos, porque el inmueble cotiza en dólares y los pesos que tiene para comprar la vivienda no alcanzan si la divisa sube”.
“Un ejemplo sencillo: quien encontró una casa tasada en 100.000 Dólares a fines de noviembre, necesitaba 1,76 millón de Pesos para comprarla. Si debía escriturar el 28 de diciembre, esos 100.000 Dólares se cambiaban por 1,95 millón de Pesos. Son casi 200.000 Pesos de diferencia”.
“El tomador de préstamos en UVA también se perjudica si la mayor cotización del dólar se traslada a precios, porque su deuda se actualiza por inflación. Si los precios suben, la cuota se encarece. Son los riesgos de tomar deuda indexada en un país de elevada inflación”,describió el portal del canal de noticias TN.
Fuente: Infolink
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