La ex presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, encabezó un acto en Avellaneda junto al intendente de esa localidad, Jorge Ferraresi. El acto estuvo motivado en la incorporación de 800 trabajadores a la planta municipal, y la promesa de que el año que viene todos pasarán a la planta permanente.
Entre otras cuestiones Cristina se preguntó si los funcionarios de Cambiemos “¿son inútiles o saben lo que están haciendo?, porque no resolvieron ni uno sólo de los problemas que teníamos, y además todo lo han profundizado hasta el límite”. Al compás de las reformas que pasaron por el Congreso, evaluó que “este es un gobierno que transfiere recursos de los que menos tienen y de los sectores medios a los grupos más concentrados. Creen que los pobres tienen que ser cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos”.
“Ayer nomás al sancionar la reforma tributaria se terminó de consolidar el despojo a 17 millones de argentinos, jubilados, beneficiarios de Asignación Universal por Hijo, titulares de pensiones no contributivas”, enumeró Cristina.
“Voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para contribuir y lograr que el 10 de diciembre del 2019 otro argentino esté en la Casa Rosada para conducir los destinos del pueblo, pero lo que es importante es tener la suficiente amplitud y generosidad para no preocuparnos tanto por los nombres”, dijo Cristina, y advirtió que “hay que garantizar que quien ocupe nuevamente en nombre del pueblo vaya a respetar el mandato popular”.
La senadora le pidió a la militancia que sean “lo suficientemente amplios y generosos para lograr esto, vamos a construir una alternativa política que permita que la gente vuelva a estar alegre y lo más importante no va a ser el nombre sino lograr una fuerza política que no se termine en una sola persona sino que garantice a los ciudadanos de a pie estar tranquilos y no ser traicionados”.
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