De la Redacción de Contrapoder –
Alrededor de las seis de la tarde de este domingo, el presidente de Bolivia Evo Morales, y su vice, Alvaro García Linera, renunciaron a sus cargos luego de tres semanas de manifestaciones contra su Gobierno. Evo ya había denunciado el intento de golpe de Estado el jueves por la tarde.
“Mi lucha continúa, pero tengo la obligación de buscar la paz. Duele mucho que entre bolivianos estemos enfrentados, duele mucho que señores y comités cívicos que han perdido lleven a la violencia y enfrentamiento entre bolivianos. Por eso y muchas razones estoy renunciando y enviando mi carta de renuncia a la Asamblea Legislativa Plurinacional”, dijo Morales en su último discurso, lo hizo acompañado por su vicepresidente Álvaro García, quien también dimitió “por lealtad al compañero Evo”.
El ahora ex mandatario había convocado más temprano a nuevas elecciones para despejar las dudas sobre los comicios que lo habían dado nuevamente ganador en la elección. Pese a esto Williams Kalimán, comandante de las Fuerzas Armadas de Bolivia, “sugirió” al presidente Morales que renuncie como una forma de llevar la paz al país.
“Las Fuerzas Armadas del Estado Plurinacional de Bolivia comunican a la opinión pública que ante la escalada del conflicto que atraviesa el país, velando por la vida la seguridad de la población, la garantía del imperio de la condición política del Estado, en conformidad al artículo 20 de la ley orgánica de las Fuerzas Armadas, y luego de analizar la situación política interna, sugerimos al presidente del Estado que renuncie a su mandato presidencial permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad por el bien de nuestra Bolivia. Asimismo, pedimos al pueblo boliviano y sectores movilizados deponer la violencia”, fue el mensaje del militar.
Cabe destacar que el reclamo de la oposición hasta el primer anuncio era justamente eso, que se repitieran las elecciones, pero ni bien el presidente accedió el reclamo cambió, y tanto desde los sectores del líder opositor, Carlos Meza, como desde las hordas del empresario de ultraderecha Luis Fernando Camacho salieron a exigirle la renuncia, que la oficialidad militar terminó apoyando.
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