De la Redacción de Contrapoder –
Aunque hace poco más de un año el presidente de Gobierno español, Pedro Sánchez lideró el reconocimiento internacional a la autoproclamación de Juan Guaidó como “presidente encargado” de Venezuela, sin embargo hace unas semanas rebajó su condición a “líder opositor”, una posición que dejó plasmada el 25 de enero cuando evitó recibir al diputado venezolano en Madrid, en el marco de su gira europea. El cambio en la posición de Sánchez se da tras su reelección, lograda gracias a la conformación de una alianza entre su partido, el PSOE y la coalición de izquierda Unidas Podemos, liderada por Pablo Iglesias.
El debate sobre de Venezuela monopolizó la primera sesión de control al Ejecutivo de la nueva legislatura, tras el cambio hacia una posición más neutral por parte de Sánchez, y a raíz de una polémica suscitada tras un encuentro en el aeropuerto de Madrid entre el ministro de Transporte español, José Luis Ábalos, y la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, quien tiene vetado su ingreso a territorio de la Unión Europea (UE).
El viraje político fue sostenido por el presidente en el discurso de hoy, aunque el gobierno español precisó mediante un comunicado publicado tras el encarnizado debate parlamentario, que sigue “reconociendo y respaldando a Juan Guaidó” como presidente encargado de Venezuela.
Los conservadores del Partido Popular (PP), los liberales de Ciudadanos y los ultraderechistas de Vox acusaron a Sánchez de “amparar” al “régimen dictatorial” de Nicolás Maduro, y colocaron también sobre la mesa la controversia por el encuentro entre Ábalos y Rodríguez. El líder de Vox, Santiago Abascal, lideró los reclamos, exigiendo a los gritos en el Parlamento la “dimisión” del ministro socialista y hasta del presidente del gobierno y su vicepresidente Pablo Iglesias, a quien acusó de tener “fuertes vínculos con el chavismo”.
Abascal preguntó a Sánchez si la reunión entre el ministro de Transporte y la vicepresidenta venezolana había sido una orden suya, y lo acusó de “mentir” y de una “absoluta falta de escrúpulos”. “Si usted dio la orden, dimita”, gritó.
Según Abascal, lo que ocurrió hace algunas semanas fue que “un ministro español evitó que una dirigente de una narcodictadura sea detenida en suelo español”, refiriéndose a las insólitas sanciones que prohíben a Rodríguez pisar territorio europeo.
Sin embargo, Sánchez le respondió que Ábalos cumplió con su deber, al “evitar una crisis diplomática”. Esta fue la explicación oficial del gobierno español desde que trascendió la noticia del encuentro entre el ministro socialista y la vicepresidenta venezolana durante una escala de su avión en el aeropuerto internacional de Madrid.
En ese contexto, el presidente recordó unas palabras del propio Guaidó, quien dijo que “tenemos las mejores relaciones con España”, para concluir diciendo que “es bastante clara la posición del líder de la oposición en Venezuela”.
Desde el Ejecutivo insisten en que no hay contradicción pese a que Sánchez decidió no recibir personalmente a Guaidó cuando visitó Madrid el pasado 25 de enero, en contraste con otros líderes europeos como el presidente de Francia, Emmanuel Macron, o la canciller alemana, Angela Merkel.
El cambio de postura se evidenció también la semana pasada, cuando Sánchez se comprometió con el presidente argentino Alberto Fernández a coordinar los esfuerzo internacionales de los países europeos y latinoamericanos a través del Grupo de Contacto Internacional (GCI) en busca de que Venezuela acuda a las urnas para dar salida a la actual crisis. Fuentes del gobierno argentino aseguraron que también lo hicieron Angela Merkel y Nicolás Macron.
Mientras la derecha y ultraderecha española respaldan la estrategia norteamericana de respaldar a Guaidó, Sánchez, Merkel y Macron reconocieron a Fernández que el intento de boicot contra Maduro no ha sido efectivo y que solo el diálogo puede llevar a una solución a la crisis venezolana. Asimismo, Sánchez respalda las gestiones de mediación que está haciendo el ex presidente socialista José Luis Rodriguez Zapatero, quien según la derecha española, “trabaja activamente para la dictadura de Nicolás Maduro”.
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