Por Gonzalo Prado –
Ya ni es un secreto a voces: el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, volvió a blanquear este viernes sus intensiones para que el gobernador de Corrientes, el radical Gustavo Valdés, lo acompañe en una eventual fórmula presidencial en 2023.
“Valdés podría ser un buen compañero de fórmula, es un dirigente que valoro muchísimo, tiene pasión por el hacer, por la gestión. Está en la trinchera, no en la tribuna, intentando resolver problemas todos los días”, manifestó en declaraciones a Radio Dos de Corrientes en lo que viene siendo una estrategia de comunicación en el interior del país para apuntalar su candidatura. En esa sintonía, el alcalde sostuvo que “comparte una visión de país” con Valdés, a lo que agregó que los equipos económicos de ambas jurisdicciones mantienen una relación fluida de trabajo.
Los esfuerzos de Larreta para seducir a Valdés, como contó Letra P, vienen desde hace meses para sumarlo a una papeleta compartida. Además de ser uno de los referentes de la renovación dentro de la UCR, el mandatario provincial se posiciona como una de las figuras principales en el norte del país que, como consecuencia del desarrollo de las industrias del litio y del cannabis, es prometida como uno de los focos de crecimiento económico para los próximos años.
“Es un dirigente moderno, seductor, que muestra gestión. No tiene la filosofía del PRO, pero es muy parecida”, remarcó uno de los armadores de Larreta. “Nosotros lo queremos, él a nosotros. Es el más parecido a Horacio que hay dentro de JxC. Hay buena sintonía entre ellos”, agregó otro de los integrantes de la mesa que tiene como objetivo que el jefe de Gobierno sea el sucesor de Alberto Fernández.
El entorno de Valdés argumenta que la decisión de pasar a jugar en las ligas mayores, con perspectiva nacional, se debió al “espaldarazo” que recibió el 29 de agosto del 2021, cuando impuso su reelección en los comicios provinciales con el 77% de los votos. Ese día, los principales dirigentes del radicalismo se subieron a los festejos y capitalizaron la victoria de Valdés como partido.
El correntino está convencido de que la UCR necesita tener referentes nuevos en todo el país. “Siembro política para cosechar candidatos”, repite como mantra. De ahí su apoyo y financiamiento a diferentes dirigentes radicales en distritos que exceden a su provincia, incluso en lugares donde ya hay figuras instaladas desde hace tiempo.
Pero el gobernador de Corrientes no está solo en la danza de nombres para una eventual boleta L. La intendenta de Salta, Bettina Romero, se convirtió en otra de las posibilidades que ven en el comando de campaña larretista. Hija del exgobernador Juan Carlos Romero, el 10 de diciembre de 2019 asumió la jefatura comunal de la mano del ahora mandatario provincial, Gustavo Sáenz. “Suma peronismo”, destacaron a este portal en la sede comunal de la calle Uspallata. La jugada del intendente porteño, en este caso, apuntaría no sólo a sumar una figura con fuertes lazos con el peronismo federal sino, también, la posibilidad de ampliar Juntos por el Cambio (JxC) hacia esos espacios.
A esa estrategia se le suma el pedido, que suena cada vez más fuerte en su mesa chica, para que lleve como compañera de fórmula a una mujer. Además de Romero, hay otras dos figuras de JxC. La primera es la diputada María Eugenia Vidal. Reconocida en el PRO como “la mejor alumna” de Larreta, la exgobernadora sigue con su campaña presidencial a toda marcha pero, como contó Letra P, no vería con malos ojos acompañar al jefe de Gobierno o al expresidente Mauricio Macri en un eventual binomio.
También está en la mirada larretista la senadora por Santa Fe Carolina Losada. Integrante de la renovación radical, la periodista es vista como alguien que “puede decir” lo que Larreta piensa, pero que el alcalde “no puede expresar” por cuestiones vinculadas a la gestión y la negociación política.
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