De la Redacción de Contrapoder –
Más de 11,9 millones de documentos con información precisa sobre la constitución de miles de empresas offshore radicadas en Panamá y vinculadas a personas poderosas de distintas partes del mundo fueron publicados este domingo bajo el nombre de Pandora Papers.
En los Pandora Papers figuran varios argentinos. De hecho es el tercer país con más mencionados, y al igual de lo que ocurrió con los Panama Papers, el apellido Macri vuelve a aparecer en los Pandora Papers. Según se conoció uno de los nombres mencionados es el de Mariano Macri, enfrentado con su hermano expresidente y protagonista de un libro explosivo sobre las internas en la familia.
En la investigación se revelan 2521 beneficiarios finales argentinos. El país sólo se ubica debajo de Rusia (4437) y del Reino Unido (3501). Dado el volumen de información aún no se conocen a fondo los detalles. ¿Estará Gianfranco Macri, el otro hermano de Mauricio, que blanqueó un fideicomiso de u$s25 millones en nombre de su madre Alicia Blanco Villegas pese a que la ley lo impedía? Esa fue una primicia de Ámbito que la Justicia ya investiga.
En los documentos filtrados también figura el publicista ecuatoriano, Jaime Durán Barba, durante años principal asesor de imagen de Mauricio Macri y el PRO. Zulemita Menem y Humberto Grondona, hijo de “Don Julio”, son otros nombres resonantes que aparecen mencionados.
El fallecido exsecretario personal de Néstor Kirchner, Daniel Muñoz y el financista estrella y confeso de la causa de los “cuadernos de las coimas”, Ernesto Clarens también están mencionados. Y astros del fútbol como Ángel Di María y Javier Mascherano, además del DT del Paris Saint-Germain, Mauricio Pochettino.
Entre los argentinos que aparecen mencionados en los papeles, pero que ICIJ corroboró con documentos que declararon sus estructuras financieras y sus activos offshore ante las autoridades tributarias correspondientes, figuran, por ejemplo, los dos empresarios más vinculados al desarrollo de vacunas contra el Covid-19, Hugo Sigman (Insud) y Marcelo Figueiras (Richmond). Sin embargo, en estos últimos casos se aclaró que las cuentas y sociedades que figuran en los Pandora Papers se encuentran correctamente declaradas.
Los datos fueron obtenidos tras una investigación exhaustiva del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICJ, por sus siglas en inglés), el mismo que reveló en abril de 2016 los Panama Papers, el entramado mundial y de similares características que tenía como punto inicial el extinto estudio de abogados panameño Mossack Fonseca.
Los investigadores aclararon que recurrir a una compañía offshore o abrir una cuenta bancaria en un paraíso fiscal no es, en sí mismo, una actividad ilícita. Sin embargo, según explicó Ricardo Nissen, titular de la Inspección General de Justicia (IGJ), en diálogo con Página12, esto “es un oxímoron”. “Es imposible, desde todo punto de vista, que las offshore tengan un fin lícito. Por definición son un negocio ilícito, algo contrario a las leyes. Es un instrumento para el delito, para la evasión, fundamentalmente para la fuga de capitales”, indicó.
Nissen explicó que “una offshore es lavado de dinero, es ocultación para fines delictivos, para estafar a tu mujer en el divorcio, para hacer una planificación sucesoria que no te permite la ley argentina. Te escondés detrás de una figura fantasma que es muy difícil de llegar porque las guaridas fiscales nunca jamás dan información sobre sus cuentas”. El titular de la IGJ subrayó que “nadie hace una offshore si no es para hacer un fraude al fisco, pero lo peor es que se usan para muchísimas cosas más.
Es un mecanismo del sistema capitalista que va a significar la ruina de todo el mundo porque muchos se aprovechan para lucrar a expensas del Estado o de los trabajadores”. Se trata de una herramienta más del capitalismo que opera en las antípodas de la producción y genera la pérdida de una gran cantidad de recursos para los estados. Según un informe del Panel FACTI, creado en 2020 en el marco de Naciones Unidas, cerca del 10 por ciento del PBI mundial está escondido en jurisdicciones con opacidad fiscal. Se trata de una riqueza de 7 mil billones de dólares.
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