Milagro Sala y Ricardo Colombi, dos caras de una misma moneda

Por Gabriel Link –

En un informe publicado el último martes, el periódico capitalino “1588” daba cuenta de que a través del Decreto 3544 de 28 de diciembre de 2016, se había aprobado el convenio de cooperación por cuatro millones y medio de pesos entre el gobierno provincial y el municipio de Chavarría. 

El monto pactado está destinado a la construcción de 10 unidades habitacionales, para la reubicación de esa cantidad de familias de escasos recursos que actualmente ocupan lo que supo ser la estación del ferrocarril. Hasta ahora se entregó solamente una de las diez prometidas.

Es decir, cada “casilla” que se está construyendo en Chavarría le costará al tesoro provincial 450.000 pesos, mientras que, según ese medio capitalino, en una empresa constructora, la prefabricada más lujosa cuesta $219.000 y una más económica se consigue por apenas $110.000 pesos. Ambas pagaderas en cómodas cuotas, están hechas con materiales más resistentes, aberturas de aluminio o chapa inyectada y dotadas de las correspondientes conexiones para todos los servicios.

La preocupación expresada por los vecinos de Chavarría, más allá de las carencias propias de ese tipo de vivienda, es que además esas casillas serán colocadas en un lugar inundable por lluvias, con lo cual los presagios de durabilidad no son buenos.

Milagro y Ricardo

El gobierno de Jujuy es del mismo signo político que el de Corrientes, y a nadie escapa que Milagro Sala está ilegalmente detenida desde hace más de 15 meses por el correligionario de Colombi, Gerardo Morales, justamente acusada de sobrefacturar con la construcción de viviendas.

Según el diario Clarin, principal usina de mentiras contra Sala, el “Cantri de la Tupac” costó a lo largo de su construcción unos 1.300 millones de pesos, con esa plata las cooperativas tupaqueras construyeron 6.000 viviendas duras, todas fueron entregadas con paredes de ladrillos sólidos, pisos de cerámica, aberturas de aluminio, con todos los servicios conectados y totalmente amuebladas.

Si uno dividiera esos 1.300 millones por la cantidad de viviendas el valor de construcción sería de 216.000 pesos cada una. Pero estaríamos siendo injustos con Sala, porque dentro de ese presupuesto no estaríamos contemplando los veintitres centros polideportivos, el estadio de futbol, la iglesia, el hospital, los salones de fiestas y eventos, los centros de salud barriales, las guarderías, los comedores, las dos escuelas, el Centro de Formación Profesional, el museo, las tres fábricas (una textil, una metalurgica y una cementera) el monumental parque acuático, y el resto de las obras comunitarias complementarias.

Hace solo nueve meses el diario Clarín publicó una nota que buscaba inculpar aun más a Milagro Sala, la nota giraba en torno a la “corrupción tupaquera” de la que siempre habló el multimedio para darle al gobernador Morales el marco necesario para mantener a la admirable dirigente presa. En esa nota el diario dice que para terminar las 1800 viviendas que faltan para llegar a las 8.500 proyectadas serían necesarios 1.200 millones de pesos, es decir, el diario de Magnetto dice implícitamente que hoy, la Tupac construiría esas 6.000 viviendas a un costo de 650.000 pesos cada una.

El monto de por sí parece exiguo frente a los 450.000 pesos que el radical Colombi nos dice que cuesta cada casilla de madera de Chavarría, sin contemplar, claro, que en el costo calculado por el diario no se incluyen todas las obras comunitarias antes mencionadas, que, de ser contemplados, abaratarían sustancialmente el costo de cada vivienda, que, como decíamos más arriba, hasta se entregaron totalmente amuebladas.

En enero de 2016, la revista de arquitectura Domus y el periodico The Guardian (ambos medios británicos) realizaron una investigación sobre el “fenómeno” Milagro Sala, la pesquisa fue conducida por el periodista Justin McGuirk, y destacaba lo increíble de la obra de la Tupac Amaru, pues, señala la investigación, “el estado aportó a la organización apenas 23.000 dólares por casa (un 50% menos que el que reciben las compañías constructoras)” (cita textual).

Cabe destacar que al día de hoy 23.000 dólares son 350.000 pesos, es decir, cada casa dura construida por la “ladrona” Milagros Sala cuesta 100.000 pesos menos que las casillitas de madera que el “republicano” Ricardo Colombi mandó a hacer en Chavarría.

En el barrio Santa Catalina de Corrientes Capital, la Tupac también construyó viviendas sociales, las mismas fueron entregadas con piletas comunitarias, quinchos, salones de usos múltiples, un consultorio odontológico y una guardería.

Podrá el lector sacar sus propias conclusiones luego de comparar los datos (todos chequeables) y las fotos. Milagro Sala sigue presa. Colombi sigue gobernando.