De la Redacción de Contrapoder –
El Banco Central impuso ayer a los bancos una serie de medidas de protección para sus clientes, la más importante fue ponerles un tope del 55% a las tasas de interés que las entidades cobran por la financiación a través de las tarjetas de crédito. Se trata de una medida esperada por los usuarios, que bajará fuertemente los costos financieros que afectan al consumo. Las entidades bancarias cobraban entre 140 y 225% en intereses con tarjeta. Este margen de tasas era enorme si se lo compara con el 34% que los mismos bancos ofrecen a sus clientes por hacer un plazo fijo. Alberto Fernández había reclamado la baja de las tasas de las tarjetas y el martes se había realizado una reunión entre las autoridades del BCRA y el Ministerio de Desarrollo Productivo con las cámaras que representan a las 
entidades financieras. Menos de 24 horas después, el directorio de la autoridad monetaria resolvió fijar el nuevo tope.
La norma impuesta por la entidad conducida por Miguel Pesce fue convalidada inmediatamente por el Banco Nación, que mañana hará efectiva una baja en su tasa nominal anual (TNA) para el uso de tarjetas de crédito del 67% hasta el 49,5%
La autoridad monetaria agregó otra medida para proteger a los usuarios de plásticos, pues congeló por 180 días el aumento en las comisiones y la creación de otras nuevas, pues los bancos ya habían dejado trascender que a partir de marzo aumentarían los costos de mantenimiento.
La tercera medida de impacto que dispuso la entidad conducida por Miguel Pesce es una nueva baja de la tasa de referencia de las Leliq, del 44 al 40%. Desde que asumió el nuevo gobierno ya se realizó una reducción de 23 puntos porcentuales en esa tasa. “El directorio del Banco Central considera que tasas de interés excesivamente elevadas pueden demorar la recuperación de la actividad económica”, indicó la entidad en un comunicado.
Una cuarta medida de protección a los clientes de bancos fue la prohibición del uso de los débitos directos interbancarios y el débito inmediato (Debin) recurrente para el cobro de cualquier concepto vinculado a préstamos. La medida pone fin a otro abuso por parte de las entidades financieras que otorgan créditos y aprovechan para descontar arbitrariamente dinero de las cuentas de sus clientes sin contemplar las prioridades que estos tengan.
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